A diferencia de las redes 3G y las 4G, que permitieron la comunicación entre las personas; la red 5G va a hacer que los objetos hablen entre ellos.
El futuro ya llegó. Mucho le temen y otros, disfrutan el avance tecnológico que el hombre ha logrado desarrollar. En este caso, nos referimos a la red 5G, una tecnología que promete un verdadero futuro para todas las cosas.
Esta quinta generación será la base tecnológica de los desarrollos del Internet de las Cosas, con vehículos automatizados, casas conectadas a las ciudades inteligentes… está llena de potencial.
Este nuevo desarrollo promete ser más rápido, hasta 100 veces, que los sistemas inalámbricos actuales. A pesar de que los dispositivos actuales no tienen la suficiente capacidad para soportarla, cabe destacar que esta tecnología no empezará a llegar hasta 2018, con Japón, Corea del Sur y América del Norte siendo probablemente los primeros en adoptar esta tecnología 5G.
Pero, ¿para qué sirve?
Además de aumentar la velocidad, las redes 5G ofrecerán menor latencia, mayor fiabilidad, mejor conectividad desde más lugares. También una mayor capacidad, permitiendo que más usuarios y más dispositivos estén conectados al mismo tiempo.
Se espera que más de 20.800 millones de “cosas” (edificios, electrodomésticos, máquinas, etc.) estén conectadas a esta red, en un futuro próximo.
Entre las maravillas que promete está el poder hacer descargas en cuestión de segundos, que los vehículos se conduzcan solos, intervenciones quirúrgicas se harán de la mano de robots, mayor control sobre el tráfico, la delincuencia y el estado del tiempo.
Los dispositivos estarán contactados entre sí, de manera más eficiente y con menor gasto energético.
El futuro nos sorprende y cada vez está más cerca.