Recurrir a dietas restrictivas para bajar rápidamente de peso es peligroso tanto para nuestra salud como para nuestro humor. Te acercamos las claves para estar bien, sin dañar a tu cuerpo.
Por Nutr. Eliana Guevara. MP: 519. Nutrición clínica. Especialista en el tratamiento de sobrepeso y obesidad, en tratamiento para la salud intestinal y microbiota. Nutrición Deportiva.
En esta época del año nos desespera perder peso rápidamente y es cuando acudimos a dietas prometedoras, restrictivas y a su vez agresivas para nuestro cuerpo, que posiblemente, consigan que estemos fatigados, de mal humor, irritables e inevitablemente mal nutridos.
En consecuencia, este tipo de elecciones suelen poner de manifiesto actitudes y reacciones que llevan al descontrol y caer en grandes excesos, porque resulta difícil sostener este tipo de restricción absoluta en el tiempo. Incluso, también es frecuente que se generen miedos a ciertos alimentos y sensaciones angustiantes.
Mantener este tipo de prácticas después de un tiempo, podría hacer que nuestro metabolismo no responda y el organismo se resista a descender de peso. Entonces, qué valioso resulta buscar elecciones conscientes a la hora de pretender bajar de peso, sabiendo que en cualquiera buena propuesta debería primar un equilibrio. Educar para entender que no todo es exceso y no todo es restricción.
La idea es poder lograr un descenso de peso progresivo, sano para el cuerpo, donde la alimentación se adapte a lo cotidiano de nuestros días y aprendamos hábitos que nos ayuden a sostener el peso a lo largo del tiempo.
No se trata de contar calorías, de no excederte en los carbohidratos, de solo hacer actividad cardio y de controlar gramos; sino de ser consciente a la hora de seleccionar alimentos que mejoren mi microbiota y digestión, de evitar tóxicos físicos y emocionales, de aumentar mi masa muscular, de mejorar la relación con la comida, de manejar los niveles de inflamación y de respetar y darle un lugar primordial al descanso adecuado.
Entonces, qué hacer para lograr descender de peso sanamente.
Existe una alternativa, que es adoptar un tipo de alimentación estilo mediterránea que es considerada la más saludables a nivel mundial, gracias a una combinación de alimentos ricos principalmente en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, en la que se tiene en cuenta alimentos como:
- Nueces, semillas, legumbres y cereales Integrales.
- Algunas especies y condimentos como: cúrcuma, pimienta negra, ajo, jengibre, pimentón rojo, clavo de olor, canela.
- Aceite de oliva.
- Frutas y verduras en variedad, colores, texturas, preferentemente de estación.
- Hierbas, especias, ajo, cebolla para condimentar y reducir el consumo de sal.
- Yogur y quesos descremados.
- Carnes blancas (pescado y mariscos principalmente) en mayor proporción.
- Limitado consumo de carnes rojas y procesadas.
- Alto consumo de agua.
- Moderado consumo de bebidas alcohólicas.
Este tipo de modelo mediterráneo no solo se focaliza en los alimentos sino en el poder establecer un estilo de vida saludable, en el que se promueve una vida activa, practicando actividad física programada, sin tóxicos como el cigarrillo, con un bajo consumo de alcohol, con un descanso adecuado, consumo agua y priorizando la elección de alimentos naturales frente a procesados.
Tener un buen acompañamiento que me oriente y ayude a tomar decisiones asertivas en mis conductas, hábitos y estilo de vida será trascendente para obtener los mejores resultados.
¡La vida se disfruta más si me mantengo saludable!
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