Viviendas hiperconectadas y multifunción marcan la tendencia del estilo de vida de los jóvenes, hoy. Espacios optimizados que, en la mayoría de los casos, se convierten también en sus homeoffice. Un recorrido que muestra otros modos de trabajar, vivir y disfrutar.

Las necesidades de la generación millenial reflejan un estilo de vida en el que los espacios se plantean a partir de la motivación de intercomunicación y multifuncionalidad casi constantes, lo que lleva a la importancia de plantear ambientes con la versatilidad de modificarse casi de manera continua. En función de los mencionados ejes, hay tipos de viviendas y espacios de trabajo que reflejan las necesidades de esta particular generación.

ESPACIO MULTIFUNCIÓN PARA UN MILLENIAL – by Supervielle

/// Laura Libenson

/// Carolina Nila Maciel

/// MarÍa Florencia López

TODO EN UNO

Ser Millenial es sinónimo de FreeLancers y de trabajar desde el hogar. Este espacio fue diseñado amplio, flexible e integrado para cumplir con esa función.

Si bien parte del equipamiento es fijo, el ambiente se articula con una mesa de trabajo multifunción cuyo desplazamiento se adapta a las distintas situaciones de la vida cotidiana como trabajar, comer, cocinar y descansar.

CONECTADO

Se desarrolló mediante una estructura simple, liviana y versátil con una paleta reducida de materiales que da escala, define cada sector y unifica el espacio. Un sistema de paneles de policarbonato alveolar translúcido, en tanto, permitió lograr un vínculo franco entre interior – exterior así como entre las diferentes partes de la vivienda.

LOFT PARA UNA PAREJA MILLENNIAL – by Mercado Libre

/// Malena Perkins

/// Tomas Magrane

COMO EN LA VIDA

Creación de un loft para una pareja de millennials ligados al mundo del diseño. La premisa inicial fue optimizar al máximo el espacio disponible con el fin de que la propuesta de diseño se adecue a una generación de nativos digitales que tiene un comportamiento multitasking pero también se define autosuficiente, sensible, exigente y volátil.

UNIFICAR

El objetivo era personalizar las actividades que se realizan en este tipo de viviendas con un hilo conductor que armonizara. Por esta razón, surgió el planteo de un mueble integrador que recorre todo el espacio a la vez que alberga las distintas funciones que una casa exige. Se trata de una gran biblioteca que organiza, refugia y ofrece todo lo necesario para la vida en metros reducidos.

ESPACIO COLABORATIVO EN MENDOZA – Campus Olegario

Arq. Paloma Villalonga

CONCENTRADO Y DISPERSO

El desarrollo del proyecto parte de la base de entender algunos conceptos fundamentales que tiene el espacio de trabajo colaborativo: integración espacial, por un lado y, por otro, una cocina comunitaria donde compartir momentos y espacios recreativos para dispersarse.

CALIDEZ

Para materializar el espacio, la premisa fue generar un ambiente moderno y lúdico con el principal objetivo de transmitir las ganas de permanecer en el lugar. La selección del equipamiento y el armado del sitio tienen reminiscencias de estilo industrial, recurriendo al recuerdo de aquellos primeros espacios de trabajo compartido.

El amoblamiento -desarrollado en madera y metal- cumple con el requisito de ser flexible debido a que el espacio se utiliza para múltiples eventos. Las mesas son con tapa de madera y patas plegables. La iluminación también cumple un rol fundamental por dos temas: el consumo energético disminuido mediante el uso de artefactos LED -en paneles, AR 111 o dicroicas- que sectorizan el espacio. Por otro lado, las luces ayudaron a bajar la escala del techo tanto por la iluminación en sí como por el recurso de las bandejas para instalar los artefactos.

A LA VISTA

Lejos queda la idea de sala de reuniones privadas y escondidas. Se planteó un espacio transparente, que siguen los lineamientos generales.

UN “CHICHE”

Algo fundamental para los integrantes de este espacio es el piano, con un lugar privilegiado en el sector de lodge ubicado en el hall de entrada.

DESDE AFUERA

El tratamiento de fachada también es algo interesante. Un jardín vertical y espacio para bicicletas ya advierten desde el exterior algunos indicios de qué sucede dentro de este espacio que podría definirse como “muy millenials”.

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