Famoso por ser la comida más importante del día, en esta nota te contamos todo lo que tenés que saber a la hora de organizarlo.
El desayuno ideal no existe, podrían existir tantos como personas en el mundo. Siempre hay que individualizar, ya que cada persona tiene diferentes requerimientos, actividades y preferencias. Lo que sí es cierto es que es fundamental hacer un desayuno inteligente, ya que es tan importante como cualquier otra comida del día.
Lo que sí es cierto es que es fundamental hacer un desayuno inteligente, ya que es tan importante como cualquier otra comida del día.
Por ello deber ser completo y aportar así todos los nutrientes que tu cuerpo necesita:
Proteínas: Pueden venir de los lácteos (leche, queso, yogurt, ricota) o del huevo, también pueden ser de origen vegetal como el tofu, avena, maní, snack de garbanzos etc. Está comprobado científicamente que un desayuno rico en proteínas reduce el hambre durante el día.
Carbohidratos: Este nutriente es el encargado de darte la energía que necesitas para realizar todas tus actividades. Lo esencial es que sean complejos como por ejemplo el pan integral, pancake, avena, fruta, galletas o budines caseros. Hay que evitar los famosos carbo-grasas o carbohidratos llenos de azúcar como son las tortitas, facturas, galletas de agua o dulces, barritas, turrón en general o cualquier ultra procesado, ya que son pobres y nutrientes y altos en calorías.
Fruta: Es necesaria para sumar más vitaminas y minerales. Es ideal variar y que sean de estación.
Grasas Saludables: No hay que temer a este grupo de nutrientes, un buen desayuno también contiene grasas saludables provenientes de los frutos secos, semillas, palta, lácteos. Solo recordá cuidar la cantidad ya que son altas en calorías.
Es importante tener una alimentación consciente y escuchar las señales que te da tu cuerpo.
Otros: Además podés agregar un vaso de agua, infusiones (té, mate, café, malta sin azúcar) o incorporar más fibra con salvado de trigo, semillas de chía y lino aportan mayor saciedad.
Para finalizar, es necesario aclarar que no es obligatorio desayunar apenas te levantás. Por ejemplo, si te sentís mal cada vez que comés, lo mejor es esperar hasta que se “abra el apetito”. Esta molestia, a veces sucede al cenar demasiado tarde. Es importante tener una alimentación consciente y escuchar las señales que te da tu cuerpo.
Si el desayuno es tan importante como cualquier otra comida, hoy te desafío a descubrir tu desayuno inteligente, aquel que te permita arrancar el día con energía y realizar todo lo que te propongas.
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