Hay gastos que nos cuestan más caro de lo que pensamos. Te contamos cuáles son y cómo aminorar sus consecuencias.
Solemos vivir al día, sin planeamiento previo, lo que nos lleva a gastar más allá de nuestras posibilidades, a endeudarnos y caer en un círculo vicioso de difícil salida. Pero poner freno al gasto sin sentido solo requiere un poco de conciencia y la incorporación de nuevos hábitos de consumo más responsables y adecuados a tu situación.
No hacer una lista antes de ir de compras
Y precisamente, para no caer en el despilfarro es muy recomendable que hagas una lista con lo que se te va terminando en casa, para que lo sustituyas cuando vayas al supermercado. Esto te llevará a planificar mejor tu presupuesto y a no dejarte llevar por compras compulsivas.
Pero, no solo el despilfarro, sino a comprar aquello que necesitás y controlar los precios de los productos que deseás llevar a casa.
No respetar las dosis
En cuestión de limpieza, muchas veces pensamos que cuanto más producto pongamos, mejor, y si en las instrucciones pone “diluir un tapón”, nosotros ponemos dos. Créenos, si el fabricante dice que con esa cantidad es suficiente, es porque es cierto. A nadie más que a él le interesa vender, ¿no es cierto?
Usar los electrodomésticos a deshora
Si tenés que lavar ropa, ¿te da igual hacerlo a una hora que a otra?
Para ahorrar energía y agua, es recomendable hacer uso del lavarropas en el horario comprendido entre las 16:00 a las 18:00.
No regular la calefacción
No hace falta que durante el invierno la calefacción esté muy fuerte cuando en la casa no queda nadie.
Un termostato puede permitir mantener los espacios templados, ya que permite programar la temperatura y los horarios. ¿Sabías que por cada grado que subás a partir de los 21º gastas un 7% más?
Beber agua embotellada
Uno de los caprichos de la era moderna es el agua embotellada. Si nos encontramos en ciudades donde la calidad del agua es óptima, podemos comprar botellas rellenables y usar el grifo. Ahora bien, si nos estamos donde no es aconsejable beber agua del grifo, invertir en un buen filtro, es una buena idea para ahorrar dinero.
Dejar los aparatos enchufados
¿Cuántas veces dejás los aparatos conectados a la luz?
Los electrodomésticos en reposo gastan electricidad, si los desenchufás o los dejás en reposo, ahorrarás entre un 2 y 10% anual.
Dejar el grifo abierto
Mientras te cepillas los dientes o lavas los platos. Si aún arrastrás este hábito es el primero que tenés que eliminar. Existen dispositivos con los que podés programar para que el agua se caliente y salga de inmediato en tus horarios habituales de ducha, y otros que retienen el agua y no dejan que corra hasta que alcanza la temperatura deseada.
Pagar por cosas que no usás
Revisá los servicios que tenés contratados, tanto en el banco, como de ocio o compras por internet que, quizás ya no utilizás y te están generando gastos innecesarios.
No ajustarse al presupuesto
Lo más importante al fin y al cabo consiste en fijarse un presupuesto y ceñirse a él lo más posible. Es muy difícil ahorrar en casa si no sabemos cuánto tenemos y cuánto podemos gastar. Este gesto te dará mucha tranquilidad y con el resto de hábitos te hará tener un extra cada mes.