El terrazo veneciano, ese material que evoca recuerdos de casas de antaño y que, para muchos, quedó en el pasado, está de vuelta ¡Larga vida a su vuelta!
Casi como una reivindicación más que esperada, los pisos de terrazo veneciano vuelven fuertes más que nunca. Sin dudas un material que combina historia, artesanía y una estética que se adapta perfectamente a la vida urbana contemporánea. De ser un simple suelo funcional, el terrazo veneciano se ha transformado en un elemento de diseño con carácter y sofisticación, listo para imponerse en los hogares más modernos.
“Es una técnica artesanal utilizada antiguamente en los palacios venecianos del siglo XV. De ahí su denominación de ‘terrazo veneciano'”
Terrazo veneciano, tendencia con historia
El origen de este material nos transporta al siglo XV, a los palacios de la próspera Venecia. Los artesanos de la época, en un afán por reutilizar los restos de mármol y piedra de las obras, idearon una técnica que hoy conocemos como terrazo veneciano. Consiste en una mezcla magistral de trozos de mármol y piedras trituradas, unidos por una base de cal o cemento. El resultado no solo era un piso duradero y resistente, sino también una superficie única, donde cada fragmento de piedra contaba una historia.
Lo que diferencia al terrazo de hoy del que recordamos es su nueva cara. Si antes lo veíamos en tonos neutros y composiciones más discretas, la tendencia actual lo presenta en una paleta de colores mucho más amplia y en diseños audaces. Los fragmentos de piedra y mármol se combinan con cemento pigmentado en tonos vibrantes como el azul, el verde o el rosa, creando un efecto visual dinámico y personal. Ya no se limita al suelo, sino que se extiende a encimeras, paredes e incluso a muebles, convirtiéndose en un protagonista indiscutible del diseño de interiores.
Durabilidad
Este resurgimiento se alinea con la búsqueda de materiales genuinos y sostenibles. El terrazo, al ser fabricado con subproductos de otras industrias, encarna el concepto de la economía circular. Su durabilidad es otra de sus grandes virtudes; bien mantenido, puede resistir el paso de generaciones, lo que lo convierte en una inversión a largo plazo para el hogar.
La versatilidad que lo caracteriza es otra clave de su éxito. Combina de maravilla con estilos decorativos tan distintos como el minimalista, el industrial o el ecléctico. En un espacio minimalista, un suelo de terrazo con fragmentos pequeños y de colores neutros puede aportar textura y un toque de calidez sin sobrecargar el ambiente. Por otro lado, en una casa de estilo ecléctico, una encimera de terrazo con mármoles de gran tamaño y colores intensos puede convertirse en el punto focal de la cocina.
En definitiva, la vuelta del terrazo veneciano no es una moda pasajera. Es el retorno de un material con alma, que celebra la belleza de la imperfección y la artesanía. Es una invitación a dejar atrás los pisos convencionales y a atreverse con una opción que, aunque nos recuerde al pasado, se proyecta con fuerza hacia el futuro del diseño. El terrazo ha regresado, y lo ha hecho para demostrar que los clásicos, con un toque de modernidad, nunca pasan de moda.