¿Es posible alcanzar la felicidad a través del diseño y la decoración? El método sueco del Lagom propone un camino hacia la armonía y el bienestar encontrando el equilibrio perfecto en cada detalle del hogar.
En la búsqueda constante de la felicidad y el bienestar, las tendencias de diseño y decoración a menudo nos invitan al minimalismo extremo o al maximalismo opulento. Sin embargo, desde Suecia surgió hace un tiempo una filosofía que propone un camino diferente: el Lagom. Este concepto, arraigado en la cultura sueca, no tiene una traducción literal directa, pero se acerca a la idea de “lo justo, lo suficiente, lo equilibrado”. Aplicado al diseño del hogar, el Lagom busca crear espacios armoniosos y confortables a través de un equilibrio austero, donde nada sobra ni falta, encontrando la felicidad en la justa medida de cada elemento.
El Lagom en decoración no se trata de renunciar a todo, sino de ser conscientes de nuestras necesidades reales y elegir objetos y disposiciones que las satisfagan sin excesos. Es una filosofía que promueve la funcionalidad, la calidad y la durabilidad por encima de la acumulación innecesaria. Se busca crear un ambiente sereno y acogedor, donde cada elemento tiene su propósito y contribuye a una sensación general de calma y bienestar.
Las claves de una decoración Lagom
- Equilibrio y moderación: Esta es la piedra angular del Lagom. Se trata de encontrar la cantidad justa de muebles, accesorios y colores, evitando tanto el minimalismo frío como el desorden abrumador. Cada objeto debe tener su función y aportar valor al espacio.
- Funcionalidad inteligente: El diseño Lagom prioriza la practicidad. Los muebles y objetos se eligen por su utilidad y su capacidad para facilitar la vida diaria. El almacenamiento inteligente y las soluciones multifuncionales son fundamentales para mantener el orden y la armonía.
- Calidad y durabilidad: En lugar de optar por artículos baratos y desechables, se fomenta la inversión en piezas de buena calidad, hechas con materiales duraderos que resistirán el paso del tiempo. Esta elección no solo es más sostenible, sino que también aporta una sensación de solidez y comodidad al hogar.
- Conexión con la naturaleza: Los materiales naturales como la madera clara, el lino, el algodón y la lana son esenciales. La presencia de plantas de interior también es importante para aportar frescura y vitalidad al ambiente.
- Iluminación cálida y abundante: La luz natural se maximiza y se complementa con una iluminación artificial cálida y suave, creando ambientes acogedores y relajantes, especialmente importantes durante los largos inviernos suecos (y los otoños argentinos).
- Paleta de colores neutros con acentos suaves: Los tonos blancos, grises, beiges y azules suaves forman la base de la paleta Lagom, creando espacios serenos y luminosos. Se pueden añadir toques de color más vibrantes en elementos puntuales como textiles o accesorios.
- “Lagom är bäst”: Lo suficiente es lo mejor: Esta frase sueca resume la esencia de la filosofía. Se trata de encontrar la satisfacción en lo que se tiene, sin la necesidad constante de buscar más. En decoración, esto se traduce en rodearse de objetos que realmente se aman y se utilizan, evitando la acumulación por simple impulso.
La felicidad en el equilibrio
El Lagom aplicado a la decoración del hogar no es solo una cuestión estética, sino una forma de cultivar una mentalidad de equilibrio y contentamiento. Al crear espacios funcionales, ordenados y conectados con la naturaleza, se promueve una sensación de calma y bienestar que contribuye a una mayor felicidad en el día a día. No se trata de la perfección inalcanzable, sino de encontrar la armonía en la justa medida de cada cosa.