La tendencia “material drenching” emerge con fuerza, proponiendo unificar suelos, paredes e incluso techos con un mismo material para crear espacios de impacto visual y una atmósfera inmersiva.
El mundo del diseño de interiores se renueva constantemente, buscando nuevas formas de sorprender y generar experiencias sensoriales únicas. En este contexto, el “material drenching” se alza como una de las tendencias más audaces y sofisticadas que marcarán este año. Esta innovadora propuesta va más allá de la simple combinación de colores o texturas, invitando a sumergirse por completo en un único material que reviste todas las superficies de un ambiente, desde el suelo hasta el techo.
“Se puede aplicar en espacios completos, para un efecto dramático y envolvente”
La clave del material drenching
La clave del material drenching reside en la elección de un material protagonista con una fuerte personalidad estética y táctil. Piedra natural en sus diversas variantes (mármol, granito, pizarra), maderas nobles con vetas marcadas, microcemento de acabado continuo, cerámicas de gran formato con texturas tridimensionales o incluso metales con pátinas envejecidas son solo algunas de las opciones que permiten crear atmósferas impactantes y envolventes.
El efecto visual que se logra con esta técnica es de una cohesión espacial sin precedentes. Al eliminar las transiciones bruscas entre diferentes materiales, se genera una sensación de continuidad y fluidez que amplía visualmente los espacios y aporta una dosis extra de sofisticación. La mirada se desliza sin obstáculos, permitiendo apreciar la belleza intrínseca del material elegido en toda su extensión.
Más allá de la estética
Sin embargo, el material drenching no se limita a la estética. La elección del material también influye directamente en la experiencia sensorial del espacio. Una madera cálida en suelos y paredes puede generar una atmósfera acogedora y natural, mientras que un microcemento pulido puede aportar un aire industrial y minimalista. La textura del material, percibida tanto visual como tácticamente, contribuye a definir el carácter y la personalidad del ambiente.
Para implementar con éxito esta tendencia, es crucial una planificación meticulosa. La elección del material debe considerar factores como la funcionalidad del espacio, la iluminación natural y artificial, y el estilo decorativo general que se busca lograr. Es fundamental asegurar una correcta instalación y un tratamiento adecuado del material para garantizar su durabilidad y belleza a largo plazo.
Si bien el drenching puede parecer una propuesta arriesgada, ofrece una gran versatilidad. Se puede aplicar en espacios completos para un efecto dramático y envolvente, o bien utilizarse en zonas específicas para destacar un rincón o crear un punto focal. Baños, cocinas, salones e incluso dormitorios pueden transformarse radicalmente con esta técnica, adquiriendo una identidad única y contemporánea.
Al unificar las superficies con un mismo material, se logran espacios de gran impacto visual, con una fuerte personalidad y una atmósfera envolvente que invita a vivir y disfrutar cada rincón de una manera diferente. Para aquellos que buscan un diseño audaz y con carácter, esta podría ser la clave para transformar sus hogares en verdaderas obras de arte habitables.