El estilo farmhouse, conocido también como estilo rural o de granja, ha ganado una gran popularidad en el mundo de la decoración y el interiorismo por su combinación única de calidez, funcionalidad y elegancia rústica.
Si pensamos en concepto de tranquilidad campestre y sencillez de una vida en armonía con la naturaleza, el estilo “farmhouse” es la impronta decorativa por excelencia. Y es que en el corazón de este estilo están los elementos que evocan la vida en una granja tradicional. Entre los más característicos se encuentran los muebles de madera envejecida o reciclada. Estos muebles suelen tener un acabado desgastado que les da un aspecto auténtico y acogedor. Por su lado, las mesas grandes y robustas, las sillas con respaldo alto y los bancos de madera son piezas esenciales para este estilo.
“La madera es el material estrella, y se utiliza en una variedad de formas”
Otro elemento clave son los detalles metálicos, como los tiradores y las lámparas de hierro o bronce. Estos detalles no solo aportan funcionalidad, sino que también añaden un toque industrial sutil que contrasta perfectamente con la calidez de la madera.
Estilos complementarios al “farmhouse”
Esta impronta se puede combinar eficazmente con otros estilos para crear un ambiente aún más único y personalizado. El sello industrial, con sus elementos de metal y sus acabados crudos, complementa perfectamente al farmhouse, añadiendo un toque moderno y urbano. Por otro lado, el estilo shabby chic, con sus acabados desgastados y detalles florales, aporta un aire romántico y femenino.
El estilo nórdico también es una excelente opción para quienes buscan una atmósfera más minimalista. La combinación de líneas limpias y colores neutros con los elementos rústicos del farmhouse crea un equilibrio perfecto entre la funcionalidad moderna y el encanto tradicional.
Materiales y texturas
Ambos juegan un papel crucial en la decoración de este estilo. La madera es el material estrella, y se utiliza en una variedad de formas, desde suelos y paredes hasta muebles y accesorios. Los acabados en madera reciclada, envejecida o pintada en blanco son especialmente populares, ya que aportan una sensación de autenticidad y sencillez.
Los textiles, por su lado, también son fundamentales para lograr el ambiente acogedor característico. Las alfombras de yute o algodón, las mantas de lana y los almohadones con patrones a cuadros o rayas son opciones ideales para añadir comodidad y un toque hogareño. Los tejidos naturales como el lino y el algodón en colores neutros o tonos tierra complementan perfectamente el esquema de decoración.
Además, los accesorios y detalles decorativos en el estilo farmhouse suelen ser simples pero efectivos. Las canastas de mimbre, los relojes de pared antiguos, y los cuadros con temas naturales o rurales añaden personalidad y carácter sin sobrecargar el espacio.
Sin dudas una celebración de la simplicidad, la funcionalidad y el confort se proyecta en esta tendencia. Al incorporar elementos de madera, detalles metálicos y textiles naturales, junto con la posibilidad de combinarlo con estilos complementarios, la deco farmhouse puede crear un hogar que sea acogedor y a la vez y elegante. Un estilo que no solo embellece los espacios, sino que también los convierte en refugios cálidos y llenos de encanto.