Si lo tuyo es reutilizar lo que tenés en casa, estas opciones son para vos. Te permiten organizar los espacios y darles un buen estilo.
Si tenés mentalidad recicladora y te preocupás por darle nuevos usos a las cosas antes de desecharlas, lo que te contamos en esta nota es para vos. Acá tenés cinco ideas geniales para convertir cajas en muebles. No solo son reciclados y prácticos, sino que también resultan muy decorativos.
Todos conocemos la importancia de reciclar, y no solo los residuos, sino también las cosas que utilizamos a diario. Y si, además, podemos crear nuevos objetos prácticos con objetos que parecían tener como único destino la basura, tanto mejor. Vamos a convertir cajas en muebles sencillos, pero también bonitos y útiles.
Estas ideas resultan muy económicas. Eso sí, tendrás que estar alerta e ir al acecho de cajas de madera para reciclar. Pueden servirte las de vino y también las de fruta, los cajones de un archivador o cualquier otra caja que llegue a tus manos.
Una mesilla de noche muy especial
Si tenés una caja de madera de las que se usan para transportar el vino, tenés una mesita de noche muy especial. Podés reciclar estas curiosas y decorativas cajas y convertirlas en un mueble perfecto para poner junto a la cama en tu dormitorio.
Para hacerlo no necesitás ni muchos materiales ni tampoco demasiadas herramientas. Solo tenés que lijar la caja y darle un acabado, el que prefieras. Irá bien un tinte oscuro que no tape la veta ni las posibles inscripciones que tenga la caja (o el logo de la bodega).
Una vez lista la caja, forrá el interior con un papel pintado de un diseño y color que armonice con la decoración del dormitorio. Ya solo queda atornillar unas patas de hierro de las de tipo horquilla.
Componer una estantería de pared
Muy fácil de llevar a la práctica. Necesitás unas cuantas cajas de madera. Tenés dos opciones, que sean todas del mismo tamaño o reunir cajas de tamaños diferentes. Eso sí, queda mejor que todas las cajas sean del mismo tipo de madera, del mismo tono, todas nuevas o todas más viejas, etc. Si las cajas que has reunido no tienen el mismo estilo y no te gusta el resultado, podés pintarlas de blanco, o de cualquier otro color que te guste.
Cuando tengas las cajas, probá diferentes composiciones hasta dar la que sea de tu agrado, dejando algún hueco entre las cajas, forrá el fondo con papel pintado, pintarlo con pintura o dejarlo al natural.
Ahora llega el momento de fijar las cajas entre ellas y a la pared. Para el primer paso podés utilizar tornillos, y para el segundo unos tacos adecuados. Si la estantería no va apoyada en el suelo conviene que la sujetes con unas escuadras metálicas en la parte inferior.
Un escritorio a tu medida
Unas cuantas cajas de madera apiladas pueden convertirse en el soporte perfecto para un tablero de madera. Conseguís así un escritorio único y particular, pensado a tu medida.
Es importante que el tamaño de las cajas sea el adecuado. Tené en cuenta que esto incidirá en la altura de la mesa (que ha de estar entre 75 y 80 cm).
Podés utilizar cajas que sirvan de punto de apoyo a ambos lados del tablero, o añadir también un par de ellas sobre el mismo para tener más espacio de almacenaje.
Un panel para separar dos ambientes
No solo ganarás nuevos huecos para guardar (libros, cajas decorativas) o para exponer las cosas que te gustan. También tendrás un separador de ambientes de lo más original.
Uní algunas cajas de madera y sujetalas en el lugar adecuado. Si las colocás de forma alterna tendrás huecos para guardar por ambos lados del panel.
Un armario extra para tu cocina
Si no es un armario propiamente dicho, sí es un espacio para guardar elementos necesarios. Solo tenés que fijar dos cajas de madera, una sobre otra, donde tengas un hueco libre.
El aire auténtico e industrial de las cajas no distorsiona el estilo contemporáneo del ambiente. Puedes usarlas como librería para tus libros de cocina, como soporte para las especias, etc.