Martín Orozco nos muestra cuán real es el dicho “cuando se quiere, se puede”. Persiguió sus sueños y, gracias a su persistencia y dedicación, los alcanzó. ¿Lo conocés?
Por Zulema Usach
Un click para imprimir belleza a cada paso. El fotógrafo mendocino Martín Orozco se dedica al trabajo independiente y gracias a ello asegura haber descubierto nuevos escenarios y concretar numerosos desafíos. Un pantallazo a su persona, en 360 grados.
Desde muy joven comprendió que en su interior latía la necesidad de tomar desafíos, apostar por la creatividad y dejar que la propia vida le marcara el pulso de su camino vocacional. Siempre, de hecho, asegura que sintió que la clave para desarrollarse laboralmente sería el trabajo independiente y la autogestión. En realidad, Martín Orozco (37), asegura que poder dedicar su vida a lo que ama, trae consigo el beneficio de disfrutar de las sorpresas y dificultades que le plantea cada nuevo proyecto, aunque ello implique una cuota de esfuerzo extra.
Es diseñador y fotógrafo profesional, carrera que comenzó hace años y de la cual confía, nunca se arrepiente de haber descubierto. Todo lo contrario: su trabajo ha sido tan intenso que su perfil se caracteriza por promover proyectos independientes en los que busca potenciar las cualidades y personalidad de cada ser que queda plasmado en imágenes con su “click”.
Con esas premisas como bandera, el profesional ha sabido llevar adelante y mantener su proyecto “365”, una utopía que rondaba en su cabeza desde hacía tiempo y que desde hace cuatro años es una realidad. En base a la propuesta que él mismo se planteó, todos los días realiza un retrato de alguien. Justamente, este es uno de los desafíos que hace de la labor de Orozco un trabajo único dentro de su carrera.
Enamorado de su hacer permanente y sediento de nuevas aventuras que no tienen fronteras, el fotógrafo mendocino compartió con Clubhouse sus sueños y expectativas.
¿Cómo decidiste tomar el desafío de lanzarte al trabajo independiente?
“Fui independiente toda la vida, cuando tenía 18 años fui empleado de un locutorio y me di cuenta de que no quería trabajar para alguien. Así es que vengo con el chip del trabajo independiente desde que empecé. Cuando estudié diseño gráfico y publicitario vendía ropa para poder bancarme la facultad y empecé rápido en la carrera. Así abrí mi primer estudio como diseñador hasta que me encantó la fotografía y empecé a trabajar como fotógrafo.
¿Recordás cómo surgió el primer proyecto como fotógrafo?
“El proyecto 365 surgió de una necesidad de expresarme artísticamente y de crear las fotos que yo tenía en mi cabeza y que no podía crear por falta de un mercado tanto a nivel gráfico, como publicitario o cultural. En Mendoza esto no existía. Así que decidí empezar a hacer las fotos que yo quería hacer sin esperar a que alguien me pagara por eso. Desde gente que le aporta a Mendoza o que me parecía interesante, hasta utilizar las luces y las cámaras que yo quería. La idea era fotografiar a las personas como yo quería, cuando yo quería y como a mí me parecía. Así empecé el proyecto 365 y de allí surgieron más proyectos personales.
¿Qué herramientas personales creés que te sirvieron para lograrlo?
“Creo que las ganas de crear algo nuevo, de expresarme de una nueva forma y de contar historias, crear imágenes contenidos de calidad que no veía en otro lado. Considero que me ayudaron la persistencia, la paciencia y las ganas de seguir adelante. Aprendí de la filosofía del corredor, que se basa en la constancia que se necesita para hacer un proyecto. Así, ya llevo cuatro años haciendo una foto a personas cada día. Me movilizan las ganas de crecer y la paciencia.
¿Qué lugar ocupa en tus proyecciones tu vocación como fotógrafo?
“La vocación como fotógrafo es la llama que mantiene viva la pasión que sostengo por mi trabajo. Yo elijo trabajar 12 horas por día para crear estos proyectos y creo que de otro modo no podría. Esto, tal vez me exige trabajar muchas horas por día, pero me apasiona hacer lo que hago. Estoy convencido que cuando uno hace lo que te gusta es posible encontrar la manera de equilibrar la vida familiar y el trabajo.
¿Hay alguna experiencia particular que te haya marcado?
“El año pasado, por ejemplo, me invitaron a participar en una travesía desde el Norte al Círculo Polar Ártico. Fueron más de 12 mil kilómetros en autos eléctricos, una experiencia que buscaba promover la sustentabilidad y se hizo por primera vez en la historia. Fue una experiencia única, que me llevó a convivir con personalidades destacadas y que implicó un verdadero desafío.
¿A qué personalidades destacadas les hiciste fotos?
Los que puedo recordar ahora, por ejemplo, son Lionel Messi, Mauricio Macri, Dante Spinetta, Dalma Maradona y el actor norteamericano John Malkovich.
Estoy convencido que cuando uno hace lo que te gusta es posible encontrar la manera de equilibrar la vida familiar y el trabajo.
¿Qué buscás generar en el espectador al fotografiar a personas comunes?
“En realidad busco generar que las personas se vean como nunca de vieron antes. En esta época donde todo el mundo tiene una cámara en el bolsillo, mi idea es lograr realizar fotos a gente normal y hacer que se vean como si estuviesen en la portada de una revista. Me gusta destacar a la persona que trabaja y hacerla ver en toda su grandeza, destacar sus cualidades más destacadas y que tal vez nadie las ha percibido. Trato de sacarlas de la típica pose y reflejar su historia con una sola imagen.
¿Qué proyectos futuros tenés laboralmente?
“Estoy haciendo un proyecto por segundo año consecutivo. Es el que se llama “Reinas como Reinas”. El primer año lo hice de forma independiente con sponsors. También tengo la idea de concretar uno relacionado a los puesteros de Mendoza y tengo pensado plantearme como una productora creativa de contenidos propios y generar todos los proyectos que están en mi cabeza.
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