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    En ClubHouse, recorremos junto a este emprendedor mendocino, el camino de la ética y la responsabilidad en el plano de los negocios.

    Por Zulema Usach

    Es uno de los emprendedores que aplicó este concepto en su proyecto, de la mano de las ideas acuñadas por el impulsor de los valores en el plano de los negocios, Joan Melé. Aquí, su experiencia.

    En un mundo regido por el consumo exacerbado, la competencia y la acumulación de capital a cualquier precio, la tendencia viene a irrumpir de manera positiva para mostrar que el secreto del éxito empresarial reside en potenciar valores centrados en el consumo responsable, el cuidado del medio ambiente y por, sobre todo, el respeto hacia los equipos de trabajo que integran cualquier proyecto.

    Lejos de ser ajena a la nueva ola de emprendedores enfocados en aplicar estos preceptos, Mendoza ha sabido abrigar sueños de prosperidad basados en la ética y la responsabilidad en el plano de los negocios.

    ¿Es posible el equilibrio para que un proyecto sea sustentable respetando los principios humanos fundamentales?

    Igor Baratoff (45), asegura que sí. Es ingeniero en sistemas informáticos, creció en Buenos Aires y hace cuatro años se instaló en la provincia con el objetivo de seguir dando forma a su emprendimiento de productos envasados de tipo casero y 100% naturales, es decir sin conservantes ni aditivos. Así, desde 2001, cuando -en plena crisis- surgió Nuestras Manos con una pequeña producción de tomates cortados, pelados y envasados, hasta la actualidad, muchas son las experiencias que el emprendedor ha sabido cosechar en el camino. Y de todas, asegura, aprendió. En la actualidad, de hecho, la empresa familiar es la única en el país que elabora duraznos orgánicos en conserva. Pero esto no es todo: con el pasar de los años y la fuerza de voluntad, la empresa creció al punto de instalar una planta propia y certificar todos sus productos como libres de gluten y desde 2016, Nuestras Manos se caracteriza por elaborar productos orgánicos que han llegado a Estados Unidos en el marco de diferentes ferias internacionales.

    El fuerte, asegura Baratoff, ha sido lograr una diferenciación con sus envasados naturales en su totalidad, con frutos cosechados de plantaciones libres de agroquímicos. Por eso, asegura, el objetivo de su empresa es “otorgar a los consumidores alimentos más saludables y ricos, producidos de la misma forma que lo hacían las abuelas en casa”.

    Es aquí, justamente, donde se conjuga la ética dado que, de este modo, el impacto positivo se multiplica en el entorno social, el medio ambiente y entre los pequeños productores que encontraron en esta veta una posibilidad para comercializar sus frutas.

    Consciente de todos esos aspectos, Baratoff es uno de los emprendedores que pregona la ética en el plano empresarial y de hecho, forma parte de Banca Ética, una corriente en el mundo de los negocios impulsada por Joan Melé, referente internacional cuyos trabajos están centrados en potenciar los valores humanos en la esfera empresarial y el emprendedurismo.

    Nada menos que a mediados de octubre, Melé visitó la provincia invitado por el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, a través de la iniciativa Mendoza+B y con la promoción de la Fundación Fensus. Interesado en la temática, Baratoff presenció las charlas y luego compartió su experiencia con Clubhouse.

    ¿Qué significa para usted que una empresa sea responsable ética y socialmente?

    “Para ser una empresa ética y socialmente responsable, es fundamental equilibrar aquellos aspectos sociales y medio ambientales de la actividad que realiza la empresa”.En nuestro caso buscamos satisfacer a nuestros clientes con nuestros productos y a su vez que nuestros productos sean elaborados por productores y trabajadores de la comunidad y el entorno. Buscamos responder de la mejor manera a esas expectativas y contribuir en forma positiva para que todo ello genere un impacto medio ambiental positivo. La idea es lograr el desarrollo de todos los integrantes, tanto de los proveedores, los trabajadores, como del entorno donde está integrada la empresa. Que sea un crecimiento sostenible, basado en varios tipos de acciones.

    ¿Cómo definiría éstos aspectos?

    De tres formas. En el entorno social donde la empresa se desarrolla, en el entorno económico: a qué mercado la empresa dirige sus acciones y por otro lado, en el aspecto medio ambiental que incluye su cuidado y la no contaminación de los recursos. Todo eso desde mi punto de vista hace a una empresa ética y socialmente comprometida. A eso deberíamos apuntar: a un desarrollo sostenible de negocios donde todos los actores se benefician en conjunto con estos tres principios.

    La experiencia nos ha demostrado que la ética empresarial es un propósito. Por eso creemos que, en conjunto con nuestros trabajadores, proveedores y clientes, lograr el bien común mediante el producto, debe ser una finalidad. Sólo de ésta manera es posible la convivencia consciente y responsable sobre el medio en el que nos desarrollamos.

    ¿Cuál considera que es la clave para conjugar estos aspectos con la posibilidad de lograr un emprendimiento que sea sustentable y redituable en el tiempo?

    Constancia, trabajo, amor, planificación. Desarrollarse pensando en esto. Es un conjunto de acciones cuya finalidad es el bien común, y por supuesto que hecho con amor el fin se alcanza. En Nuestras Manos creemos en eso y por eso apuntamos a hacer las cosas cada vez mejor, siendo eficientes en todos los procesos sin olvidar que somos un equipo, que queremos hacer las cosas bien creciendo y desarrollándonos.

    En un mundo regido por el consumo y la acumulación de capital, ¿cuál considera que es el mayor desafío?

    Creo que el desafío es ese, no dejarse llevar por el consumo y disfrutar y valorar lo que se tiene, poniendo el foco en valores más humanos e importantes. Para lograr una vida más humana, con sentido y pensando en un ‘para qué’; no solamente en tener.

    ¿Esos valores son los que buscan fomentar desde la entidad que integra?

    Si, en nuestra experiencia nos ha dado resultado. Aplicando este concepto de ética empresarial hemos logrado trabajar con equilibrio y previsibilidad, desarrollándonos todos en conjunto. Estamos contentos y conformes, apuntando en el futuro a eso.

    ¿Es posible potenciar la ética y lograr el éxito empresarial?

    Por supuesto que es posible, con paciencia y trabajo, sin dejar de lado los valores. Desde Nuestras Manos estamos conformes con lo que hemos hecho apuntando al desarrollo de todos los que formamos parte.

    Baratoff es uno de los emprendedores que pregona la Ética en el plano empresarial, forma parte de Banca Ética, una corriente en el mundo de los negocios impulsada por Joan melÉ, referente internacional cuyos traBaJos están centrados en potenciar los valores humanos en la esfera empresarial.

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    Igor Baratoff: “Ética y compromiso, pilares del éxito empresarial”

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