Te acercamos ideas y conceptos para que conozcas esta pintura que es capaz de transformar objetos en desuso en maravillosas creaciones.
La Chalk Paint es la pintura natural sin acrílicos que proviene de la tiza. En realidad, la chalk paint ni es nueva ni se ha inventado recientemente. Sin ir más lejos, Michelangelo utilizó pintura que contenía tiza y cal (y también barro y suciedad, claro) en sus increíbles proyectos de pintura en el siglo XVI.
Así pues, Chalk Paint es un término descriptivo para dar a conocer que la tiza (carbonato de calcio) es el ingrediente principal del producto en cuestión.
El hecho de utilizar tiza como ingrediente, sobre todo si se utiliza mucha cantidad, la hace una excelente pintura para muebles. Y la combinación de tiza con otros emulsionantes naturales como la resina, le permite adherirse fabulosamente a las piezas manteniendo a la vez otras valiosas características como son su suavidad, la porosidad y la capacidad de dejar transpirar al mueble.
Otra de las grandes ventajas que ofrece es la posibilidad de pintar directamente sobre madera nueva, lustrada o pintada sin necesidad de preparar la superficie, lijar, ni decapar. El gran poder de adherencia que tiene esta pintura también hace posible usarla sobre metal, plástico, cerámica, vidrio, lona e infinitos materiales. Es una pintura al agua, por lo tanto, no es tóxica, casi no tiene olor y es de muy rápido secado. Sólo hay que esperar una hora entre manos. Brinda un acabado empolvado, completamente mate.
La Chalk Paint debe ser una pintura agradable y fácil de utilizar y que, con la aplicación final de la cera, la convierte en una excelente pintura decorativa.
Es ideal para realizar con facilidad diferentes patinas y técnicas decorativas como desgastados, aguadas, pincel seco, entre otras.