En esta nota, te mostramos como naturaleza y seres humanos pueden formar un gran equipo a la hora de crear espacios habitables confortables.
Pero que esta relación funcione depende del uso que las personas hacen de los infinitos recursos que la madre natura pone a su disposición. Ella provee lo esencial, la materia, la energía y luego está en manos de la sociedad utilizar esa riqueza de manera respetuosa, con gratitud y, sobre todo, con mucha consciencia.
Todo empezó cuando siendo chica mis padres me regalaron un libro de Ecología para niños, algo en mí se despertó y casi sin darme cuenta me volví consciente de cómo mis actividades diarias tenían mucho que ver con el entorno natural. Aprendí a prestar atención al uso que hacíamos de los recursos y a cuidarlos.
Más adelante encontré mi pasión por el Diseño de Interiores y naturalmente se fusionaron estas dos fuerzas dentro mío, irrefrenables, para convertir los espacios que se me presentaban, en ambientes llenos de sentido para sus moradores y a su vez, compañeros del medio que los rodea y permite su existencia.
“Entiendo que naturaleza y seres humanos somos un equipo que, trabajando juntos, logra resultados maravillosamente beneficiosos para ambas partes”.
Si aprendemos cómo orientar nuestras casas para que el sol las entibie en invierno y no las caliente en verano, menos recursos necesitaremos para estar a gusto dentro de ellas. Y más aún, podremos maximizar el uso de luz natural en cada espacio de la casa, reduciendo el consumo de energía para iluminación. Cuando la luz artificial se hace necesaria, podemos aprovechar la tecnología LED disponible, de bajísimo consumo energético, para generar atmósferas espectaculares.Así he ido desarrollando el Interiorismo Sustentable desde mi trabajo diario. Entiendo que naturaleza y seres humanos somos un equipo que, trabajando juntos, logra resultados maravillosamente beneficiosos para ambas partes. De ahí sostengo que el principio fundamental del interiorismo sustentable es el diseño consciente. Podemos llenar nuestros espacios de sencilla elegancia, calidez y confort; reduciendo al mínimo nuestro impacto enel planeta.
“Se trata de elegir atenta y cariñosamente cada elemento que compone nuestros interiores: de consumir menos cosas, de incorporar lo estrictamente necesario para desarrollar nuestras actividades diarias cómodamente, de recuperar y aprovechar lo ya existente, y de incluir elementos plenos de significado para cada uno.”
Eligiendo materiales naturales como la madera para hacer nuestros muebles, estos serán más duraderos e incluso se volverán más bellos a medida que envejezcan. Y aún menores serán los costos yla huella ecológica que dejaremos para construirlos si utilizamos maderas de origen local.
Las telas naturales, como por ejemplo el lino, usadas en cortinas serán grandes aliadas a la hora de conservar el calor de nuestros ambientes. Y usadas en tapizados o fundas, disfrutaremos de su adaptabilidad a la temperatura corporal (lo sentiremos fresco en verano y cálido en invierno), su pH neutro evitará daños en nuestra piel, con el tiempo ganará amable suavidad y nos entregará sus tan características arrugas,en tanto que no dañará su entorno si lo descartamos alguna vez.
Si contratamos manos locales para tallar nuestros muebles y adornos, no sólo habrá una historia detrás de cada pieza, genuina, sino que también habremos ayudado a nuestra economía a crecer dignamente y llena de valor.
Se trata de elegir atenta y cariñosamente cada elemento que compone nuestros interiores: de consumir menos cosas, de incorporar lo estrictamente necesario para desarrollar nuestras actividades diarias cómodamente, de recuperar y aprovechar lo ya existente, y de incluir elementos plenos de significado para cada uno. Los ambientes así concebidos son auténticos y encantadores, devuelven a sus dueños una increíble sensación de paz y armonía, y los costos de su armado y mantenimiento son sorprendentemente más bajos.
Pensemos quiénes somos y hacia dónde vamos. La naturaleza, sabia y desafiante a la vez, en su generosidad testea nuestra gratitud y prudencia: nos da todo, depende de nosotros hacer uso discreto y respetuoso de lo que ella brinda.
Laura De Gregorio
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