En revista ClubHouse edición 152, conocemos las características, fabricación y ventajas de la arquitectura por módulos.
Por Arq. María Florencia Oña La Micela
La arquitectura por módulos concibe viviendas que se fabrican por piezas y lejos del sitio donde se van a emplazar pero sin dejar de lado las características y condiciones climáticas del lugar donde -finalmente- se anclarán.
Las viviendas modulares son casas prefabricadas que consisten en la suma de múltiples secciones, conformando los módulos. El método de arquitectura modular difiere de la construcción tradicional ya que son armados lejos del sitio donde se emplaza la vivienda para luego posicionarla en el lugar destinado a su ubicación. La construcción de secciones prefabricadas del módulo se completa en el sitio, donde se han realizado las fundaciones correspondientes para completar el edificio. Los módulos pueden ser ubicados lado a lado, en línea o apilados; lo que permite una infinita variedad de combinaciones y estilos de posicionamiento. Se trata de viviendas levantadas con precisión, entendiendo las dimensiones y los estándares necesarios. Si bien es una casa que se fabrica lejos del terreno de emplazamiento; la misma es permanente en el lugar una vez terminada. Los materiales utilizados pueden ser los mismos de una construcción tradicional seca. Las casas modulares deben respetar las condiciones y códigos locales e ir de la mano con el uso propuesto.
Jean Prouvé fue un revolucionario inventor de su época que incursionó en el método y se dedicó a trabajar el metal con compromiso y dedicación a la prefabricación e industrialización de viviendas colectivas.
Su casa fue construida por su familia en 4 meses en el año 1954, luego del fracaso de su fábrica en Maxeville, en el cual propone lanzar una producción en masa de viviendas compuestas de partes estandarizadas. Piezas que definirían los prototipos industrializados de construcción.
“La estructura diseñada para la construcción modular se posa simplemente sobre una losa de hormigón. Los muros y divisiones interiores son realizadas con materiales prefabricados en talleres”.
Esta casa está ubicada en un terreno con pendiente, compuesto de forma simple y una lógica que responde a la estructura rectangular. La provisión es en serie y modulada de acuerdo a las medidas estándares que Prouvé usaba en todos sus proyectos; un pie o 30 cm. La estructura diseñada para la construcción modular se posa simplemente sobre una losa de hormigón. Los muros y divisiones interiores son realizados con materiales prefabricados en talleres. Un gran corredor se extiende a lo largo de la estructura de la casa donde las habitaciones se encuentran abiertas hacia el sur, permitiendo el ingreso de luz y accediendo a la vista del valle de Nancy (Francia) donde se encuentra.
Los paneles de cierre de la casa son de aluminio, con las características perforaciones circulares que permiten el ingreso de la luz difusa a los locales. Esta carpintería se convirtió en un estándar global para la industria de la construcción. La idea de Prouvé era que las casas se pudieran construir de una forma fácil y transportable para que la construcción se realizara de forma local bajo la dirección de arquitectos.
La vivienda familiar de Jean Prouvé en Nancy es un experimento que anticipó muchas ideas de la arquitectura contemporánea. Respeta una medida exacta, respondiendo al espacio necesario para el movimiento de las personas. Utilizó, además, un sistema constructivo preciso, con piezas componentes fabricadas en taller que luego fueron capaces de conformar la casa. Si bien es una vivienda que se fabrica lejos del sitio donde se va a emplazar, la misma no deja de prestar atención a las características y condiciones del lugar por lo que responde a las condiciones visuales, la orientación y el clima.
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