En la isla Sri Lanka ubicada en medio del Océano índico, se encuentra esta increíble casa inmersa en su entorno natural. ¡Conocela en esta nota!

Se trata de un lugar realmente inspirador. El objetivo era el de incorporar el jardín a la experiencia global en varios matices: presencia física, conexiones visuales y materiales, sombras, brisas, el susurro de las hojas, la calidad de la luz, etc.

La planta baja construida y el sitio adyacente crean una base sólida que abraza el terreno y se funde con el paisajismo. Es una “mini-versión” autónoma de la casa, un nivel accesible que puede funcionar por sí solo, con un pequeño comedor, cocina, cuarto de baño y despacho. Además, es un espacio flexible con una escalera exterior, lo que lo hace independiente.

Este espacio de vida tropical es compatible con el contexto cultural y climático de Sri Lanka. El nivel superior es el dormitorio privado de la casa, retirado tranquilamente entre las copas de los árboles.

El hormigón monolítico de la casa crea un encanto propio en su imperfección. La carpintería aporta color y textura, mientras que la madera aporta calidez y una combinación de elementos de mobiliario vintage y contemporáneo añade personalidad a los espacios.

La planta baja se ha restaurado y esculpido utilizando tierra procedente de excavaciones para crear suaves montículos y sinuosos senderos en el jardín. En lugar de un jardín bien cuidado y estructurado, el jardín crece de forma natural, con una variedad de especies típicas del jardín doméstico, árboles frutales, plantas comestibles, hierbas aromáticas, medicinales, etc.

La vivienda está rodeada de la naturaleza autóctona de la zona, creando así un espacio único para vivir.

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