Es sabido que la calidad de vida está íntimamente ligada al descanso. Enterate cómo lograr un sueño limpio y efectivo para afrontar el día a día.
La higiene del sueño consiste en la práctica de un conjunto de reglas que deben llevarse a cabo antes de acostarse a dormir.
Vivimos constantemente en una vorágine de información, tecnología y responsabilidades. Por eso es muy importante cuidar los momentos de descanso, ya que es este el tiempo en el que recargamos energía y recuperamos nuestra vitalidad.
Tan importante es un buen descanso, que hasta se declaró un Día Mundial del Sueño para concientizar a la población. Y es que una mala higiene del sueño acarrea una gran cantidad de problemas tanto a nivel psicológico, como físico y neurológico.
Dentro de los problemas más comunes relacionados a la falta de sueño, se encuentra el insomnio. Esta condición afecta a más del 15% de la población adulta y a un tercio de las personas en algún momento de la vida.
En el país, la Asociación Argentina de Medicina del Sueño informó que al menos el 40% de la población tiene problemas relacionados al descanso nocturno y al sueño.
Cómo lograr una buena higiene del sueño
- Establecer horarios para despertarse y para irse a dormir, en consonancia con la salida y la puesta del sol.
- No tomar siestas de más de cuarenta minutos. El tiempo ideal para una siesta es de entre veinte y veinticinco minutos.
- No ingerir alcohol al menos cuatro horas antes de dormir.
- No beber productos con cafeína seis horas antes de acostarse.
- Evitar los alimentos pesados, calóricos o picantes después de las seis de la tarde.
- Dejar de interactuar con la tecnología, al menos una hora antes de dormir.
- Usar ropa cómoda que no genere molestias ni distracciones a la hora de inducir el sueño.
- Beber infusiones naturales de plantas y yuyos relajantes como por ejemplo tilo o melisa.
Un buen descanso es la clave para nuestro rendimiento físico y mental. ¡Implementá estos tips y cuidá tu salud al 100%!