Espacios que mantienen el gusto por la lectura y son una mezcla de diseño arquitectónico, utilidad y reconocimiento social y mundial.
Por Arq. María Florencia Oña La Micela. Contactala aquí.
Jorge Luis Borges escribió: ‘Siempre he imaginado que el paraíso va a ser una especie de biblioteca’. Las bibliotecas son fuente de inspiración, llaman a la reflexión y a la sociabilización. El diseño de bibliotecas contemporáneas es una tipología arquitectónica en constante evolución, cambia las dinámicas del espacio, su composición e, incluso, sus usos.
En 2016 OMA finalizó la biblioteca Qatar National Library. Fue diseñada para conceptualizar y expresar la importancia del libro en el siglo XXI. Por ello, el diseño se entrecruza con el estudio, la investigación en colaboración e interacción.
Se concibe como un espacio único, atrayendo gran cantidad de lectores a la amplia colección de variados volúmenes. Los extremos del edificio se elevan, lo cual genera una geometría triangular, tanto en el interior como en el exterior.
Las líneas de librerías se expresan de forma topográfica, estas se intercalan con espacios de diferentes usos. Seis metros por debajo del nivel principal, se encuentra la colección patrimonial en un espacio aparentemente excavado, terminado con travertino beige.
Tama Art University Library fue diseñada por Toyo Ito. Es un ejemplo de diseño particular, gracias a su ingeniosa estructura y su organización espacial. El diseño preliminar para un espacio enterrado, fue eventualmente elevado al nivel de terreno.
El volumen excavado adopta la forma de arco como el mejor elemento para dividir el espacio, mientras que, simultáneamente, logra articular el exterior del edificio. La superficie inclinada del nivel de terreno se utiliza para exhibiciones, obras de teatro y performances estimulando la creatividad.
El diseño requirió una solución técnica para los muros de hormigón armado curvos de veinte centímetros de espesor que contienen los arcos y vidrios curvos.
La biblioteca Tianjin Binhai, en China, fue diseñada por MVRDV. Consiste en una estructura de treinta metros del altura, el edificio es de 33.700 metros cuadrados y tiene una capacidad para albergar 1,2 millones de libros. Sus estanterías blancas están construidas a modo de gradas para poder sentarse y acceder a los pisos superiores. Estos recuerdan a las terrazas de arrozales excavadas en las montañas del sur del país y son ondulantes alrededor de un auditorio esférico, denominado el ojo.
El ojo es el centro de la biblioteca. El edificio contiene un atrio principal, donde además de leer, se pueda a la vez crear y experimentar. Las escaleras y las terrazas son de diferentes dimensiones y generan espacios distintos que sirven para usos variados como presentaciones, charlas o talleres.
El volumen crea un inmenso océano de libros que está dividido en distintos niveles. El subsuelo destinado a espacios de servicio y almacenamiento. La planta baja es donde se encuentra la entrada principal y el auditorio de 21 metros de diámetro. Los dos siguientes pisos alojan más salas de lectura, áreas de estar y terrazas.
Las bibliotecas son fuente de conocimiento. Por la conservación y exhibición de libros, manuscritos y objetos. Estas mantienen viva la memoria y la historia de la humanidad. Están destinadas a trascender más allá de su función original.
Algunas de estas construcciones se han convertido en centros de reunión e, incluso, en los mejores casos son sitios de culto debido a su singularidad.
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