Una casa y una bodega conformadas por múltiples formas geométricas, se unen al paisaje en una sinergia natural y orgánica.

En Agrelo, Luján de Cuyo, se encuentra Anaia Wines, la casa y bodega de renombre y prestigio vitivinícola construida por Gabriel Japaz y Pablo Guerra.

La finca de 70 hectáreas con vistas a la Cordillera de los Andes, consta de viñedos subdivididos en cuarteles de formas irregulares como si fuera un vidrio roto. Este patrón triangular es una constante que se repite en toda la obra de la casa y la bodega.

Las construcciones están separadas por una laguna de agua de deshielo de 70 metros.

Esta construcción se llevó el primer lugar en la categoríaA1, obras mayores de 500 m2, otras tipologías arquitectónicas en los Premios Edificar 2023 que reconocen el talento de los profesionales mendocinos.

Las construcciones están separadas por una laguna de agua de deshielo de 70 metros, que sirve además como reservorio para el riego de los viñedos.

Este espejo de agua se utiliza paisajísticamente como un elemento que genera juegos de luces y reflejos que duplican los imponentes edificios.

Al ser la casa de forma triangular y con su vértice norte con la cota más alta, genera la sensación de que se convierte en un barco de tierra que quedó petrificado en algún movimiento tectónico.

Esta sensación se refuerza con sus muros construidos con hormigones pigmentados en capas irregulares de tonosterrosos.

Casa

Posee un gran patio pergolado que actúa como atrio de recepción. Una piscina alargada y con desborde infinito integra perfectamente la casa a la laguna.

La viga perimetral de la pérgola está apoyada sobre anchos tabiques de hormigón que, a modo de pantallas, enmarcan el paisaje.

También hay una gran sala de estar y comedor en doble altura con grandes puertas ventanas corredizas para disfrutar del paisaje.

La casa consta de dos cocinas, una abierta e integrada al comedor para cocinar entre amigos y una cerrada más de servicio para abastecer la gran cantidad de huéspedes que puede albergar las seis habitaciones.

Bodega

Ubicada al oeste de la Ruta 15 (antigua Ruta 40) esta bodega de viñedos de formas irregulares distribuyó sus cepas siguiendo el concepto de terroir de acuerdo a los tipos de suelos.

El diseño de la Bodega está inspirado en la tierra y el paisaje de Mendoza, en su topografía de montañas, en la flora xerófila de sus cerros, en la textura y el color de sus rocas milenarias y en el cambio de tonalidades terrosas que responde a distintos estratos que fueron sedimentando a través de miles de años.

El diseño de la Bodega está inspirado en la tierra y el paisaje de Mendoza.

El edificio es sencillo y contundente, es un prisma rectangular de 11 metros de ancho por 100 metros de largo en donde se suceden espacialmente en forma lineal los distintos sectores que la gama de estos vinos necesita: sector de Vendimia, Nave de Fermentación (en tanques de hormigón basculantes), Nave de Barricas, Nave de Botellas y Galería de Expedición.

En una planta superior hay una sala con vista panorámica a la Cordillera de los Andes destinada al sector de Turismo con balconeo a la sala de Tanques y de Barricas.

En planta baja una sala de degustación proyecta sobre una gran mesa los descriptores aromáticos de los vinos. Como síntesis, forma, función, integración al paisaje, control térmico en forma pasiva, economía de recursos hídricos y de energía, austeridad y elegancia, etc., forman parte de un mismo concepto arquitectónico que define a Anaia Wines.

Ficha Técnica

Obra: Anaia Wines

Estudio: Gabriel Japaz y Pablo Guerra, aquitectos.

Sup. total bodega: 2.020 m2

Sup. total vivienda: 650 m2

Interiorismo: Luisa Yanzón

Cálculo estructural: Ing. Fernando Ferrer

Fotografía: Luis Abba

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