Los cuadros son atemporales y, cada tanto, vuelven a aparecer en la indumentaria, el diseño y el interiorismo. Sin una estación determinada, esta tendencia vuelve con más fuerza que nunca.
Más de una vez se pensó que los estampados a cuadros eran propios del invierno pero esa creencia quedó en el olvido.
Presentes en indumentaria, objetos, accesorios y hasta muebles, este diseño particular se repite en papeles pintados, mantas y textiles.
Los cuadros formados con líneas rectas tienen ese punto geométrico y racional que resulta equilibrado.
En el interiorismo y la decoración, los cuadros sorprenden por su versatilidad, estilo y elegancia.
Papel de pared
Los cuadros formados con líneas rectas tienen ese punto geométrico y racional que resulta equilibrado. El papel pintado ofrece numerosas opciones para llevar el estilo de cuadros que los propietarios deseen para sus espacios.
Textiles para descansar
Para sumar un aire renovado a la habitación, este estampado puede vestir una cama en un cubrecama o como detalla en almohadones.
El mismo motivo aplicado a algún mueble de la habitación, también es un recurso innovador que suma al espacio.
En el interiorismo y la decoración, los cuadros sorprenden por su versatilidad, estilo y elegancia.
Atemporal
Los básicos atemporales blancos y negros siempre se mantienen vigentes. En este caso aplicados a la tapicería de un sofá y butaca transforman cualquier espacio en contemporáneo y especial.
Cuadros en el suelo
Las baldosas o cerámicos intercalados crean estampados únicos. Una buena combinación de colores transforma el ambiente. La elección certera de los colores, los muebles y los objetos completará el ambiente en donde el piso es el gran protagonista.