Dispuestas en el corazón de las cocinas, estas barras o islas tienen múltiples funciones que van desde cocinar, almacenar o simplemente sentarse a disfrutar un café. En esta nota cuatro estilos diversos pero no menos interesantes.
No es una novedad que las cocinas son el espacio de reunión en una casa. En distintas dimensiones estos lugares adquieren un significado especial para aquellos que gustan pasar tiempo en ellas.
Dispuestas en el corazón de las cocinas, estas barras o islas tienen múltiples funciones que van desde cocinar, almacenar o simplemente sentarse a disfrutar de un café.
La disposición de los muebles, los estantes y espacios libres de las cocinas también determinan la forma en que cada familia circula por este ambiente.
Barras o islas
Desde hace un tiempo, las cocinas comenzaron a mutar y, aquel espacio que era solo de paso o de uso momentáneo, se convirtió en un ambiente habitado.
Entre sus cambios, las barras o islas aportaron esa multifuncionalidad que las hizo exitosas.
De madera, mármol, curvilíneas o cuadradas estos apoyos llegaron para dar respuesta y espacio al lugar donde se cocina, se conversa y comparte.
Funcionales
Como separadoras de espacios, las islas también funcionan como lugares de almacenamiento, orden y generando más lugares para ocasionales comensales.
En espacios pequeños, las barras además de resultar estéticas, separa los ambientes sin obstruir la visión.
Opciones con personalidad
En tonos claros y con mucha capacidad de almacenamiento, esta propuesta elegante suma detalles oscuros que resaltan en las superficies claras.
Esta segunda opción de barra está emplazada en un ambiente amplio y luminoso. La extensa isla demarca el lugar de la cocina y realza sus tonos grises con tres lámparas que cuelgan sobre el mueble.
La disposición de los muebles, los estantes y espacios libres de las cocinas también determinan la forma en que cada familia circula por este ambiente.
La propuesta en madera de esta isla especial otorga calidez y armonía al lugar. Esta barra incorpora la zona de fuegos y crea un paso entre la cocina y el comedor.
Un departamento con líneas curvas dio lugar a repetir el diseño en una isla única. Las formas sinuosas se presentan en un mármol rústico, elegante y distinguido.