Esta propuesta surge como respuesta a la velocidad de la vida contemporánea. Con una clara propuesta se invita abrazar lo esencial y encontrar la belleza en lo cotidiana.
En el mundo de la decoración, surgen movimientos de interiorismo que apuestan a espacios que proponen una experiencia que va más allá de la mera funcionalidad. Uno de ellos es el Kinfolk.
El mundo, cada vez más acelerado y tecnológicamente conectado, intenta a través de distintas corrientes o manifestaciones de ofrecer espacios de calma y tranquilidad.
En esta tendencia, las artesanías y los objetos realizados a mano adquieren una importancia fundamental porque dan una sensación de autenticidad y singularidad.
Este es el fin del estilo Kinfolk que se presente como un refugio de serenidad y autenticidad sugiriendo espacios que fomenten la serenidad, la sencillez y la interacción humana.
Origen
Este estilo deriva de la filosofía del movimiento Kinflok que promueve la importancia de la simplicidad, la comunidad y la conexión con la naturaleza.
Se originó en Estados Unidos y se basa en el estilo de vida de los Amish. Con el paso del tiempo, este estilo se ha extendido como un enfoque para vivir y decorar en armonía.
Objetos
En esta tendencia, las artesanías y los objetos realizados a mano adquieren una importancia fundamental porque dan una sensación de autenticidad y singularidad.
Las piezas únicas y objetos con historia aportan personalidad al entorno y armonía a cada rincón de una vivienda.
El estilo Kinfolk se presente como un refugio de serenidad y autenticidad sugiriendo espacios que fomenten la serenidad, la sencillez y la interacción humana.
Iluminación
La luz natural es perfecta para el estilo Kinfolk con el complemento de lámparas de pie, apliques y velas para crear una atmósfera.
Colores
Esta estética se caracteriza por el uso de elementos naturales y colores suaves y neutros como el blanco, beige, grises, tonos tierra y verdes suaves.
La relación con la naturaleza es uno de sus pilares fundamentales y, por esta razón se suman elementos naturales como plantas, madera sin tratar, piedra, entre otros.
Los textiles también forman parte de esta propuesta de relax e introspección. Géneros como el lino el o algodón se destacan en el Kinflok para evocar la conexión con la tierra y la autenticidad.