El peso corporal es algo que tenemos muy en cuenta, sobre todo a la hora de evaluar la salud de nuestro organismo. En esta nota conocé los estudios que pueden darte un completo mapa de tu anatomía.

El peso que te arroja la balanza, esa que tenés en tu baño o en la farmacia, es la cifra que te dice cuánto estás pesando en kilogramos (no te obsesiones con ese peso) pero a la vez, ofrece muy poca información.

Componentes de nuestro peso

El peso está constituido por diferentes componentes, de aquí el concepto de composición corporal. En el peso balanza, encontramos 5 tejidos o masas que lo componen: el tejido adiposo (grasa subcutánea, no visceral), el tejido muscular, el tejido óseo, la piel y el tejido residual (órganos, vísceras, etc.)

De estos tejidos, hay dos que podemos modificar a través de la alimentación, el ejercicio físico y también, el descanso como un gran aliado, ya que durante el mismo se recupera y repara nuestro organismo.

El peso está constituido por diferentes componentes, de aquí el concepto de composición corporal.

Los dos tejidos modificables son: el adiposo y el muscular. Dos personas pueden parecer similares en contextura, tener el mismo peso, pero composiciones corporales diferentes. Actualmente, por los malos hábitos alimenticios hay bastante desnutrición oculta, un ejemplo bastante común es el de personas delgadas con altos porcentajes de tejido adiposo y poca masa muscular.

Por lo dicho hasta el momento, conocer nuestra composición corporal es beneficioso para la salud, porque se pueden generar acciones para mejorarla o mantenerla.

Conocer nuestro cuerpo

Existen diferentes métodos para tener una información detallada de la composición corporal, y entre los más accesibles económicamente hablando, encontramos la bioimpedancia (normalmente balanzas, puede haber otros modelos) y la antropometría, realizadas por personas (nutricionistas, profesores de educación física, etc.) que se hayan capacitado sobre el tema.

Conocer nuestra composición corporal es beneficioso para la salud, porque se pueden generar acciones para mejorarla o mantenerla.

Estos métodos te brindan valores en porcentajes y en kilogramos sobre la grasa en el cuerpo, el musculo, hueso, agua, residual y piel. También arrojan datos valiosos como somatotipo, IMC (Índice de Masa Corporal), la relación de perímetro de cintura/cadera que es un valor predictivo para el riesgo de enfermedad cardiovascular. A través de la recolección de algunos datos como peso, talla, edad, actividad física, diámetros óseos, perímetros, pliegues cutáneos.

Con esta información ya podés conocer más de tu cuerpo y su composición corporal. Si tu nutricionista o profe no realizan estas prácticas, existen profesionales que realizan este simple estudio.

Elige una vida saludable, con una alimentación equilibrada y en movimiento.

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