Un gran número de mujeres con una fuerte presencia en Real Estate, describen la situación actual de liderazgo en empresas. ¡Te contamos más en esta nota!

Se estima que la participación femenina en el sector inmueble ya supera los 5.000 puestos entre dirección, supervisión de obras e instalación eléctrica, entre otros.

Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la mujer. Una fecha plagada de homenajes y conmemoraciones, que resulta inspirador para hacer una mirada en el tiempo y analizar cómo la capacidad femenina ha interpelado ámbitos reservados a los varones y cómo, desde esa fortaleza innata, sus aportes han sido parte de la evolución y maduración de la industria de la construcción, del sector inmobiliario y las actividades afines.

La mujer ha tomado en los últimos años un rol preponderante. La actividad de las féminas en el sector inmobiliario se ha ido fortaleciendo, pero sin duda aún queda mucho trabajo por hacer.

Tradicionalmente, el rubro es considerado masculino y hay fuertes barreras arraigadas, prejuicios y estereotipos. En cargos directivos, las mujeres se encuentran infrarrepresentadas y, en verdad, tener mujeres dentro de una junta directiva garantiza la recepción de ideas diversas y toma de decisiones más acertadas.

Lo cierto es que, desde hace 30 años, las inmobiliarias estaban dirigidas por varones; hoy, la realidad es otra.

Lo que las caracteriza es la empatía con el cliente, la escucha permanente, la capacidad para gestionar y capacitarse de forma constante. Los aportes que hace la mujer en el sector tienen que ver con la sensibilidad y la capacidad de generar empatía con los clientes.

Lograr conectar desde la confianza y demostrar una superación constante, lograda por la capacitación y la profesionalización en un mundo que, hasta hace algunos años, sólo era para varones.

En la actualidad podemos decir que el 50% de los puestos directivos en todos los sectores, entre ellos el de bienes raíces, ya son ocupados por mujeres. Además, la participación de estas en la industria de la construcción también ha ido en aumento.

Desde hace años existen falsas creencias en torno a las actividades que una mujer puede y debe desarrollar, dentro de ellas predomina el sólo hacerse cargo del hogar y la familia, pero la realidad es otra, pues está demostrado que ellas pueden estar al frente de equipos multidisciplinarios y dirigir empresas, incluso en ámbitos que se consideraban “exclusivos” de hombres, tales como el financiero, arquitectónico, bursátil, de bienes raíces, entre otros.

Romper prototipos

Se habla de un cambio de ciclo y también se calcula que las mujeres podrán acceder a mejores lugares en el ámbito del trabajo en la edificación, proyección, decoración y comercialización de viviendas.

El trabajo en equipo por un bien común permite crear una especie de empoderamiento y una sinergia entre sí.

Aunque aún cuesta, debido al machismo presente en las empresas, pero la única verdad de esto es que todo se gana con profesionalismo y dedicación.

El objetivo de la mujer es estar en los libros de historia de arquitectura, y de momento van por en el buen camino. Hasta hace un tiempo las escondían, y ahora es común que la mujer aparezca en charlas, seminarios y participe igual que el hombre.

La mujer ya está muy insertada en el mundo de las inmobiliarias, pero falta que derrame en otros, en lo comercial el 80% somos mujeres. Sería muy interesante que se propague hacia todos los ámbitos.

En este marco, el gran desafío que se vislumbra en el ámbito de la construcción trasciende las fronteras de género: más bien, se trata de fortalecer el trabajo en equipo y alcanzar resultados efectivos a partir del aporte de cada profesional, desde su capacidad y formación permanente.

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