Aquí toda la información sobre un servicio de calidad internacional que se encuentra al alcance de quienes habitan o visitan la provincia.
Si bien la temporada de verano aún no termina, el balance de lo realizado en el famoso dique es sumamente positivo.
Mendoza cuenta con diversos espejos de agua, pero está prohibida por ley la natación en los lugares no habilitados para tal fin. En ese contexto y debido a las altas temperaturas se evidenció la necesidad de crear espacios que permitan a la comunidad divertirse y refrescarse. Uno de ellos ha causado furor: la playa pública Bahía Príncipe, ubicada en Potrerillos.
Allí, a partir de la unión de la Escuela de Salvamento Acuático de Mendoza (ESAM) y la Universidad Maza y junto con la colaboración de organizaciones públicas y privadas se presta un valioso servicio a los visitantes.
Vale destacar que, según la Organización Mundial de la Salud ocurren más de 236.000 muertes al año por ahogamiento en el mundo, siendo los menores de 1 a 4 años la franja etaria más vulnerable. En Mendoza, donde no se posee una cultura acuática, el 87% de los mismos ocurren en cauces, ríos, y canales. Por ello, es de valor incalculable que los viernes, sábados, domingos y feriados se cuente con esta guardia profesional que beneficia a un promedio de 1800 a 2300 familias por fin de semana.
Un operativo específico
Si bien se cuenta con baños y se ofrecen propuestas gastronómicas, lo que más llama la atención es el despliegue de seguridad montado, con guardavidas profesionales y estudiantes que realizan sus prácticas. El mismo fue importado desde playas europeas, donde integrantes de la carrera (que puede estudiarse en la ESAM-UMaza) coordinan acciones similares.
Se trabaja a través de una torre central de vigilancia construida al estilo americano/australiano. De ella se desprenden 6 mangrullos (llamados deltas) con sillas donde se ubican los socorristas. Ellos se encuentran radiocomunicados y van realizando rotaciones y descansos para mantener la atención necesaria.
“En esta zona para que pueda llegar un servicio de emergencias deberíamos esperar entre 20 y 25 minutos, por ello disponemos de todas las herramientas más necesarias”, remarcó el director de la Escuela de Salvamento Acuático de Mendoza (ESAM), Prof. Esteban Marchese.
El espacio se encuentra preparado para atender a las personas en caso de que necesitasen primeros auxilios y cuenta con un desfibrilador externo automático (DEA).
Más allá de ello, Esteban destacó: “las acciones que estamos haciendo en playa hoy en día son totalmente preventivas, indicándole a la población con claridad a qué lugares puede ingresar para refrescarse o nadar. Lo mismo ocurre con aquellos deportes de vela que se realizan”.
La unión hace la fuerza
El servicio ofrecido surge de la cooperación entre la Secretaria de Medioambiente y Ordenamiento Territorial, la Dirección de Recursos Naturales Renovables, el desarrollador turístico de toda la zona de Potrerillos (Potrerillos Resort), bomberos, organizaciones no gubernamentales, la mencionada Escuela de Salvamento Acuático y la Universidad Juan Agustín Maza.
“Para nosotros el trabajo intersectorial realizado es muy importante y es verdaderamente muy valioso no solo por el accionar ante emergencias sino por la gran labor de información y prevención”, afirmó el rector de la Universidad Maza, Prof. Méd. Daniel Miranda.
Sobre esto último Marchese ponderó: “los talleres de prevención de ahogamientos a los más pequeños, con los que hemos llegado a más de 4300 familias de forma totalmente altruista y gratuita. Pueden venir acá y llevarse este libro de conocimientos de parte de los guardavidas”.
De la reunión al proyecto, y del proyecto a la acción
“Creo que llevamos unos 5 años trabajando en conjunto y la verdad que estamos muy contentos de haber apostado, en su momento, a esta idea que comenzó con una reunión y que hoy da grandes frutos. Este servicio no solo se destina a la comunidad mendocina sino a todos los turistas nacionales e internacionales que nos visitan, ya que esta zona cada vez se potencia más desde lo turístico con un ambicioso plan a futuro”, remarcó el director de Deportes y Recreación de la Universidad Maza, Lic. Germán Casado.
Sobre la carrera de guardavidas
A través de la unión entre la ESAM y la primera casa de estudios de gestión privada de Mendoza, se creó el plan de formación universitaria para guardavidas profesionales que permite que los futuros miembros de la disciplina se formen de la mejor manera.
El 22 de febrero se fijó como fecha de inicio de una nueva cohorte y aún se puede sumar cualquier persona interesada mayor de 18 años. Durante el mes de marzo se hace una nivelación y después comienza el cursado habitual de la carrera.
La misma es semipresencial: teoría por plataforma virtual y práctica, tres veces a la semana en el Campo de Deportes de la universidad, ubicado en Guaymallén.
Posteriormente, a medida que van avanzando los meses, se sale de la pileta para empezar a realizar prácticas en espejos de agua y, para cerrar la capacitación, en ríos y mares.
La opinión de los más jóvenes
Nazareno Piatelli, quien por momentos coordina el Operativo junto a Esteban, ha pasado por todos los roles: alumno, practicante y ahora instructor.
Afirmó: “este lugar me pareció uno de los más lindos de Mendoza y es muy reconfortante dar una mano a la sociedad mendocina ayudando con una prevención, un salvataje o ayuda sanitaria”.
Valentina Pereyra, quien está concluyendo la carrera con estas prácticas profesionales coincidió con él y subrayó: “me di cuenta de que quería seguir formándome en esto. Estar en contacto con la gente y ayudarla me gusta muchísimo.
Haber trabajado aquí es una experiencia única y espero poder volver los próximos años”. Testimonios motivadores y enriquecedores que invitan a que todo aquel que lo esté pensando, se sume a esta iniciativa.
Algunos consejos para la comunidad
Los tres guardavidas entrevistados brindaron recomendaciones para evitar situaciones extremas y de riesgo:
- Siempre estar atentos a las señales, carteles e indicaciones
- Conocer y estar informados sobre el lugar en el que nos moveremos
- Si no estamos seguros de cómo manejar una situación, preguntar al guardavidas o pedirle ayuda
- Si uno no sabe entrar al agua utilizar elementos de flotabilidad y seguridad
- Menores a un brazo de distancia de los padres
- Enseñar y formar a los niños, desde que son bien pequeños
