Descubrí qué materiales utilizar para que tus ambientes sean confortables climáticamente, ahorrando energía y recursos.

Arq. María Florencia Oña La Micela

Para refrigerar los espacios que habitamos en los meses de mayor temperatura, no necesariamente hay que recurrir a equipos de climatización con consumos elevados de energía; muchos materiales tienen la capacidad de crear ambientes confortables de modo pasivo. 

Al diseñar las envolventes de nuestros proyectos, hay que considerar cada uno de los elementos que la componen. Cada una de las capas de material presenta cualidades especificas que van a determinar el comportamiento térmico del edificio. 

Conocer los materiales a incorporar en un proyecto resulta fundamental, para mejorar la aislación.

La inercia térmica es la propiedad que tiene un material para acumular energía térmica y la velocidad en que esta es transmitida o absorbida. Los materiales con mayor densidad como el hormigón, el ladrillo o la piedra, son los más eficaces.

Para disminuir la temperatura de un local interior se puede aprovechar la conductividad térmica, la capacidad de conducción de calor y la temperatura superficial que tiene un material. 

Explorando materiales aplicados en la obra de los arquitectos Herzog & de Meuron, podemos visualizar la diversidad que estos ofrecen.

El hormigón tiene una gran inercia térmica, los muros de este material suelen tener un espesor importante, lo que favorece la inercia térmica y por consecuencia la capacidad de contar con ambientes interiores más frescos.

Muchos materiales tienen la capacidad de crear ambientes confortables de modo pasivo, sin gastar energía.

El ladrillo tiene buen comportamiento ante la inercia térmica, se pueden construir muros dobles con una capa de aislación de lana de vidrio en el interior favoreciendo sustancialmente su comportamiento.

La tierra compactada es un material con gran capacidad de inercia térmica, es apropiado para el clima local. Necesita ser valorado como una opción más a la hora de materializar nuestros proyectos.  

La piedra natural, dependiendo de su variedad y color puede resultar muy beneficiosa. Los granitos y mármoles son frescos y muy adecuados para zonas húmedas. Las piedras lajas y volcánicas pueden absorber calor debido a su color oscuro, por lo que sería necesario considerar el clima del lugar.

La tierra compactada es un material que necesita ser valorado como una opción más a la hora de materializar nuestros proyectos.  

La transmitancia térmica es la medida del calor que fluye por unidad de tiempo y superficie entre un material que separa dos espacios, con una diferencia de temperatura de más de un grado centígrado.

Conocer los materiales a incorporar en un proyecto resulta fundamental, para mejorar la aislación.

Los coeficientes son diferentes según la ubicación geográfica. Hay que considerar que a mayor resistencia térmica de los materiales, la transmitancia térmica será menor. La conductividad térmica de los materiales es suministrada por los fabricantes. Todo esto permite calcular con precisión la transmitancia térmica y así conocer de forma matemática el índice de aislación. 

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