Si sos un apasionado de las tiendas de antigüedades, te gusta el estilo vintage o tenés mucho aprecio por ese mueble de tus abuelos, esta nota es todo lo que necesitás.
Antes de empezar la restauración del mueble, es importante someterlo a un chequeo completo para valorar si vale o no vale la pena restaurarlo. Siempre es mejor que el número de piezas que necesités cambiar no supere a las que se pueden conservar.
PASO A PASO
-
LIMPIÁ EL MUEBLE
Basta con pasarle un trapo humedecido en agua y un poco de jabón neutro y dejarlo secar totalmente. Repasá las manchas en esquinas o molduras con un cepillo de dientes muy duro mojado en disolvente. Luego eliminá la pintura o el barniz, aplicando removedor con una brocha y retirándolo con una espátula. Por último, pasá una lija fina.
-
REPARÁ LOS GOLPES
Las hendiduras ligeras de la madera desaparecen al colocar un trapo mojado en agua o en leche caliente sobre la zona afectada. hay que sujetarlo fuerte con una cinta y dejarlo actuar unas horas. También podés tapar las fisuras con masilla o cera natural para disimular arañazos e imperfecciones. Para devolverle su color original, pintá con óleos de la tonalidad de la madera.
-
PUERTAS Y CAJONES
Si el mueble que querés restaurar tiene la puerta descolgada o sus cajones no se deslizan bien, es fundamental arreglarlos para dejarlo en buen estado.
-
RESTAURÁ CERRADURAS
Prestá atención a las cerraduras de bronce: se limpian con agua y jabón. El resto de metales repasalos con un cepillo suave, humedecido en vinagre. Las cerraduras repasalas con aceite y frotalas con un cepillo metálico de suave.
-
SUSTITUÍ LOS ELEMENTOS ESTROPEADOS O ROTOS
Si te animás a cambiar pequeñas piezas de tu mueble, como patas y molduras, retíralas con mucho cuidado. Para pegar las nuevas piezas, eliminá los restos del antiguo pegamento. Luego aplicá pegamento blanco, sujetá la pieza con otro objeto y dejala secar 24 horas. Si solo querés pegar la pieza original y te cuesta quitarla de la estructura, aplicá directamente el pegamento.
-
BARNIZAR Y ENCERAR
Aplicá una capa de barniz (mate o satinado), dejá secar 24 horas, lijá el mueble, limpiá el polvo y dale otra mano en el sentido de la veta. Luego, con algodón, colocá una capa de cera incolora, le dará un aspecto mucho más natural.
-
¿TEÑIR O NO TEÑIR?
Si tu mueble antiguo ha perdido el color o querés darle un aire completamente renovado, es aconsejable teñirlo. Debés lijar, limpiar y aplicar con una brocha suave que no suelte pelitos una capa de tinta. Para oscurecerla pasale varias capas hasta acertar con el tono.
-
ACABADO EN GOMA LACA
Esto se recomienda solo cuando el mueble a restaurar presenta este acabado originalmente. Su textura viscosa tapa los poros de la madera y, además, le da brillo. En acabado transparente o ámbar, debés aplicar unas 5 capas con una brocha especial para este producto.
-
PULIR
Para que el acabado final del mueble a restaurar sea más brillante, podés aplicar al menos una segunda capa, ya sea de barniz, de tinte o de goma laca. Es conveniente encerar la pieza una o dos veces al año para mantenerla en perfecto estado tras la restauración.
-
RENOVÁ LA TAPICERÍA
Si estás renovando una silla o una butaca y la tela no está muy deteriorada, basta con una puesta a punto para que esté como nueva. Debés desclavarla con cuidado de la estructura y darle una limpieza a fondo. Luego, podés ponerla de nuevo con una emgrapadora especial para tapizar. Si la tela original está inservible, creá una plantilla de la forma del tapizado original, recortá la nueva tela y terminá la silla con la emgrapadora.
Si estabas pensando en restaurar ese mueble que tenés guardado hace años, es el momento. ¡Siguiendo estos pasos no podés fallar!