El mundo de la decoración puede llegar a admitir tantas variantes, estilos y formas de ponerlo en práctica, como gustos y formas de vivir existen en cada hogar.
Si sos amante de las plantas y te gusta acompañar la decoración de casa con ellas, puede que andes inmerso en la búsqueda de nuevos espacios y formas de dar un toque natural y original a tu hogar con ellas.
Así que hoy, explorando nuevos espacios en los que incorporarlas, te proponemos decorar el interior de las ventanas con plantas a fin de dar un toque fresco, verde y personal a cualquiera de los ambientes.
Colgarlas de las barras
Ayudarte de barras apoyadas en soportes casi como si se tratase de una cortina misma, podrá darte estupendas alegrías visuales. Con una barra colocada en la parte superior de la ventana vas a tener más que suficiente. ¿Tu debilidad son los cactus y suculentas? Pues en función del tamaño que tengan vas a poder colocar varias a fin de lucir diferentes alturas en la misma ventana.
Aprovechá el rincón
Otra bonita forma de decorar el interior de las ventanas con plantas en caso de tenerla ubicada cerquita de un rincón, es la que podés poner en práctica animándote a incorporar un soporte colgante de múltiples alturas entre la pared de la ventana y su perpendicular. ¡Mirá cómo ha quedado este de fibra natural!
Soportes colgados del techo
Anclar la superficie o soporte al techo y dejarlo caer hasta la altura que te resulte más cómoda, decorativa o funcional dependiendo del tipo de plantas que incorporés en él, también será una estupenda idea.
Decorar el interior de las ventanas con plantas
Dependiendo de la forma de las ventanas y el lugar en que se encuentren colocadas respecto a la cara interior del paramento vertical, podrás colgarlas del propio dintel o tendrás que utilizar el propio techo para hacer los taladros y dejarlas caer hasta la altura que más te guste.
Plataformas para lucirlas en conjunto
Con un solo taladro y enganche, podés llegar a lucir varias de ellas en conjunto apostando por colgar una plataforma, base o soporte sobre el que apoyar todas.
Una base de madera quedará la mar de cálida y confortable, y un cesto medianamente rígido y de poco fondo también podrá resultar genial.
