Inspiradas en las cabañas tradicionales noruegas, estas casitas salpicadas en el paisaje proponen descanso reconectando con la naturaleza en un entorno protegido.
Breitenbach es una aldea entre los Vosgos y Alsacia (Francia), con una comunidad muy dinámica y comprometida con una filosofía eco-responsable, a través de diversas iniciativas ecológicas como una cervecería, colmenas, producción de queso, por nombrar algunas.
El propio alcalde, un vegetariano entusiasta, inició la agricultura ecológica en el pueblo, fomentando constantemente nuevos negocios sostenibles. Allí, encaramado en una colina, se encuentra el hotel 48 ° Nord, en el corazón de un entorno protegido, un establecimiento de ecoturismo muy especial diseñado por Reiulf Ramstad Arkitekter en colaboración con ASP Architecture.
El objetivo del proyecto no era construir un hotel en sí, sino crear un lugar para vivir, un hábitat para recibir a las personas y llevarlas a un viaje sensual al experimentar un nuevo universo en un entorno natural.
El proyecto, basado en principios constructivos de passivhaus, consta de un edificio principal con recepción, restaurante y espacio wellness, y 14 cabañas para huéspedes salpicadas en el paisaje.
Estas minicasas reinterpretan el tradicional hytte escandinavo, no en vano el estudio de arquitectura tiene sede en Noruega.
Dentro de estas hytte (cabañas, en noruego), hay diferentes tipologías, según sus formas o niveles.
Los interiores de estas peculiares “habitaciones” son sencillos, en madera clara, con muebles diseñados a media que optimizan el espacio y dejan, sin lugar a dudas, el protagonismo total a la contemplación del paisaje.
