ClubHouse te invita a recorrer la Cité Radieuse en Marsella, una maravillosa obra diseñada por Le Corbusier en la decada del 50.
Existen diversos destinos arquitectónicos para visitar, los emocionantes, los exóticos, los elegantes y los destacados. En esta ocasión haremos un recorrido por la Cité Radieuse en Marsella, construida a principios de los años 50 y diseñada por Le Corbusier por encargo del Estado francés.
La Cité Radieuse es un edificio destacado, limpio y macizo, claramente moderno, que acoge a 1600 residentes e incluye una escuela, una piscina, comercios, un hotel con restaurant y hasta un centro de arte contemporáneo.
Cuando se creó existía un concepto claro, construir un edificio de 17 pisos que se convirtiera en una verdadera ciudad vertical. Es un bloque de hormigón armado de 17 plantas, 137 metros de largo, 56 de alto y 24 de profundidad.
El edificio está abierto a los visitantes, la fachada se muestra limpia y rotunda, con colores vívidos como rojo, azul, verde y amarillo que contrastan con el hormigón visto sobrio y austero. Desde el exterior se pueden ver los estratos del edificio: la planta baja libre, con acceso y lugar para estacionamiento. El bloque de viviendas enmarcadas con una cuadrícula de colores vívidos, en el tercer piso donde se encuentran los comercios se interrumpe la cuadrícula con partesoles verticales capaces de tamizar la luz y las habitaciones del hotel, incluso se puede observar la circulación vertical y la terraza.
“Un concepto nuevo en la época que sirvía para proveer de viviendas luego de la Segunda Guerra Mundial que incluso se ha clasificado como Monumento Histórico”.
Con esta descripción simple se logran visualizar los cinco puntos de la arquitectura creados por Le Corbusier. La planta libre, la terraza-jardín, los pilotis, la ventana longitudinal y la fachada libre.
La planta libre: este nivel pertenecía al automóvil, razón por la que la vivienda se elevaba sobre pilotis.
La terraza-jardín: se refiere al último piso. Ya que el edificio se implanta ocupando un área natural, es necesario devolver el área verde ocupada en la terraza.
Los pilotis: se refieren a la estructura, estos hacen posible que la casa se eleve del nivel cero. Logrando aprovechar las superficies útiles, liberando al mismo tiempo a la planta de condicionantes estructurales.
La ventana longitudinal: se liberan los muros exteriores. De ese modo, las ventanas pueden extenderse a todo lo ancho de la construcción, mejorando así la relación con el exterior.
La fachada libre: complementa a las ventanas longitudinales. Los pilares se retrasan con respecto a la fachada, para liberar a esta de su función estructural.
El hall de ingreso invita a comenzar el recorrido y descubrir toda la vida en el interior. El espíritu de comunidad de los habitantes se ha conservado, así como algunos servicios originalmente propuestos.
Un aspecto de diseño importante es la organización espacial de las unidades residenciales. A diferencia de cómo se resuelve la distribución de la mayoría de los departamentos, Le Corbusier diseñó viviendas para que abarquen el ancho completo del edificio, incluyendo un espacio de doble altura en los espacios de estar de las unidades. Reduciendo la superficie común de los pasillos a solo los necesarios, de un corredor cada tres pisos. Los corredores son bajos, anchos y cuentan con luz tenue ya que Le Corbusier consideraba que en la oscuridad hay silencio. Al reducir las unidades e incorporando un espacio de doble altura, se coloca de manera más eficiente más unidades en el edificio, creando un sistema de interconexión entre unidades. En cada extremo de la unidad hay un balcón protegido por un brise-soleil, contando así todas las unidades con ventilación cruzada, fluyendo el aire a través de los dormitorios angostos al espacio de doble altura; jerarquizando un volumen abierto.
“Se logran visualizar los cinco puntos de la arquitectura creados por Le Corbusier. La planta libre, la terraza-jardín, los pilotis, la ventana longitudinal y la fachada libre”.
En el tercer piso se descubre la calle, donde se encuentran los comercios. En la terraza se descubre una vista imponente de Marsella, del mar Mediterráneo y del barrio residencial que se ha desarrollado de una altura similar. La terraza es un mundo dentro del edificio por descubrir, cuenta con un gimnasio al aire libre, una guardería infantil y un centro de arte contemporáneo, el MaMo.
La entrada al edificio es gratuita, es muy interesante reservar con anticipación una visita guiada ya que se puede acceder a una de las unidades, a demás de visitar otros espacios y contar con datos y detalles relacionados con el edificio.
La Unité d’Habitation es uno de los proyectos más importantes de Le Corbusier, así como una de las respuestas arquitectónicas más innovadoras a un edificio residencial.
El arquitecto realizó otras cuatro unidades habitacionales en Nantes, Metz, Saint-Étienne y Berlín.
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