Conocé cinco plantas resistentes que fácilmente conseguirás tenerlas lindas todo el tiempo.
Por Prof.Claudio Doratto
Tu hogar, tu nuevo dúplex, puede tener los muebles más lujosos, incluso muebles de diseñador o construidos con tus propias manos, pero resulta impensable que la plena armonía la alcances sin la presencia de las plantas.
En el mercado podés encontrar muchas plantas que se adaptan al cultivo de interior. Algunas toleran más el sol y son más aptas para estar cerca de las ventanas. Otras, en cambio, están adaptadas a ambientes más oscuros y eso te posibilita colocarlas en espacios menos luminosos.
ESTAS SON LAS cinco plantas resistentes que, fácilmente, conseguirás tener lindas todo el tiempo.
Camadorea (Chamaedorea elegans): es una pequeña palmera originaria de Méjico y Guatemala. Crece muy bien en ambientes muy luminosos pero no tolera el sol directo pudiéndose amarillar y hasta quemar las hojas.
Requiere riego moderado, dejando secar la superficie de la tierra antes de regar nuevamente. En pleno periodo de crecimiento conviene que esté el suelo húmedo.
Como Mendoza tiene una baja humedad atmosférica es probable que se sequen las puntas de las hojas. Si eso te pasa, pulveriza periódicamente la planta y lo evitarás.
Costilla de Adán (Monstera deliciosa): Es una planta que vive muy bien en ambientes con poca luz. Se adapta al crecimiento en maceta pero debemos estar atentos al suelo ya que le gusta la humedad.
Si crece mucho se puede podar y obtener nuevas plantas para regalar a familiares y amigos.
Sansevieria (Sansevieria sp.) Es quizás la más rústicas de la selección, crece prácticamente en cualquier ambiente de la casa tolerando el sol directo que ingresa por las ventanas y estarán bellas con casi cero cuidados.
Es conocida también por los nombres “lengua de tigre” o “lengua de suegra” por sus hojas de aspecto largo y afilado.
Se adapta a casi cualquier tipo de diseño de interior elegido, desde los más formales a los más vanguardistas.
El empleo de macetas pequeñas hace que sus hojas crezcan rectas y bien agrupadas.
Violeta africana (Saintpaulia ionantha): Es una pequeña planta ornamental que gracias a mejoras genéticas han desarrollado variedades con flores de distintos colores.
Le encantan los ambientes luminosos y los riegos deben ser moderados (el encharcamiento hace que las raíces se pudran y la planta muera). Es conveniente eliminar las flores viejas y estar atento a la presencia de manchas blanquecinas en las hojas que indican la presencia de hongos.
Se pueden combinar con otras para confeccionar arreglos en macetas de mayores dimensiones.
Ficus (Ficus benjamina): Si buscas tener un rincón verde y frondoso, ésta es la planta. No tolera el sol directo porque se le queman sus hojas, y la falta de luz tampoco es lo suyo. Pero podés podarlas dándole formas caprichosas y hacerlo con plantas totalmente verdes o con hojas variegadas (verdes y blancas).
El cuidado es muy simple, sacar las ramitas y hojas secas que pudiera tener, y regar cada vez que el suelo se seque.
Un consejo: no importa la planta o plantas que elijas, recordá que los nutrientes de la tierra de la maceta se agotan y que para que las plantas crezcan sanas y fuertes deberás fertilizarlas al menos tres veces al año.
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