ClubHouse te invita a recorrer este amplio edificio que ganó el oro en la categoría Arquitectura & Paisaje en el Best Of Wine Tourism 2018.
Anclada en el centro de Godoy Cruz desde 1880, esta bodega forma parte de la historia y la cultura de todos los mendocinos. La apuesta a rescatar este hermoso y amplio edificio, fue premiada por un salón que emula los bistrós parisinos y muestra lo que la vitivinicultura significó para la provincia.
Muchos mendocinos la conocen como Escorihuela porque fue el bodeguero Miguel Escorihuela quien la construyó en 1880. Sin embargo, desde 2003, el particular y bello edificio ubicado en el centro del departamento de Godoy Cruz lleva el nombre de Bodegas CARO y es el fruto de la unión entre las familias Catena y Rothschild (Lafite).
El año pasado y en función de un minucioso trabajo de rescate patrimonial que aún no finaliza, la firma obtuvo la medalla de oro en la categoría Arquitectura & Paisaje en el Best Of Wine Tourism 2018. Aunque se realizaron diversos trabajos de reacondicionamiento del edificio y de la bodega (ver recuadro), con el objetivo de preservar un edificio de gran riqueza histórica y patrimonial, la empresa comenzó en 2013 un detallado trabajo de restauración para ofrecer un espacio dedicado al enoturismo. El flamante salón se inauguró en marzo de 2017 y se llevó la admiración del jurado.
En la actualidad, los vinos se elaboran en el edifico levantado en 1884, cuando la llegada de inmigrantes italianos y españoles, las políticas de apoyo a la vitivinicultura y la apertura de una línea ferroviaria entre Mendoza y Buenos Aires comenzaron a delinear un nuevo modelo productivo que apostaba a la elaboración de vino a granel.
En este contexto, la bodega contaba con siete naves de producción y cavas subterráneas en forma de bóvedas de cañón corrido. Las paredes anchas de piedra y ladrillo albergaban tanques de fermentación de más de 300.000 litros. Algo interesante para destacar es que las bodegas de esta época se construían sin planos, razón por la cual todos los tanques, puertas y ventanas son de dimensiones distintas.
Algo interesante para destacar es que las bodegas de esta época se construían sin planos, razón por la cual todos los tanques, puertas y ventanas son de dimensiones distintas.
Por fuera, la bodega -de inspiración neo-romana y española- es visualmente muy impactante. Sus altas paredes de ladrillo y argamasa, con sus molduras y rosetones en los remates forman hoy parte de la identidad godoicruceña. Cuando en 2003 la bodega pasó a sus actuales dueños se observaba cierto deterioro en las naves industriales debido a que no habían sido utilizadas desde la grave crisis vitivinícola de los años 70.
En el exterior, las fachadas de ladrillo que habían sido pintadas de blanco estaban regularmente cubiertas de grafitis y, además, tenían fisuras y grietas. De este modo, las paredes fueron tratadas y acondicionadas así como se eliminaron los restos de pinturas blancas. Después de varias décadas, se logró que volvieran a aparecer las típicas paredes de ladrillos, devolviendo al edificio su antiguo esplendor.
La nave refleja el estilo de los bistrós parisinos. Su piso de pinotea reciclada, sus espejos altos, su barra y mobiliario de roble de Nancy y sus mesas hechas de mármol de Carrara destilan un poco del espíritu francés en el corazón de Mendoza.
A partir de 2013 comienza la metamorfosis de una de las antiguas naves superiores en un espacio sumamente elegante dedicado al enoturismo. La nave refleja el estilo de los bistrós parisinos. Su piso de pinotea reciclada, sus espejos altos, su barra y mobiliario de roble de Nancy y sus mesas hechas de mármol de Carrara destilan un poco del espíritu francés en el corazón de Mendoza.
El paseo por las históricas cavas subterráneas -construidas entre 1884 y 1895- de piedra de ladrillo de Bodegas CARO permite tomar consciencia de lo histórico y cultural que es el vino para Mendoza al observar el tamaño de una antigua pileta de fermentación de 1895.
HISTORIA DE LA BODEGA
2003
Compra del edificio patrimonial por Nicolás Catena y el Barón Eric de Rothschild para producir los vinos de Bodegas CARO.
Reacondicionamiento para que el edificio funcione como bodega.
2008
Tratamiento de las paredes de las cavas y consolidación del techo de bovedillas de ladrillo.
2010 · 2012
Creación de las oficinas y de la sala de degustación profesional.
2013
Refuerzo estructural del edificio. Reparación de grietas y fisuras.
2016
Limpieza de la fachada de calle Belgrano.
2013 · 2017
Transformación de una nave de producción en un espacio enteramente dedicado al enoturismo.
2017
Intervención en la fachada de calle Alvear e iluminación exterior de la misma.
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