En revista ClubHouse te damos consejos para crear un ambiente exterior divino, con mínimos requerimientos de agua.
Por Claudio Doratto
Mendoza transita desde hace varios años una emergencia hídrica. Las nevadas no son suficientes para abastecer la demanda que generamos a través nuestras necesidades, las de los cultivos y espacios verdes. A la vez, el desarrollo urbanístico es tal que el consumo de agua proyectado es alarmante si continuamos en esta etapa de crisis.
¿Cómo podemos generar un impacto positivo en relación con la disminución del empleo de este recurso en nuestro jardín?
El sector de mayor demanda de agua es el césped, con lo cual algunos recomendarían eliminarlo de los jardines. Reducir esta área sólo a aquel sector que se empleará con fines lúdicos o sociales es una alternativa recomendada. Otra es emplear especies que entren en “latencia” durante los meses de invierno como la bermuda o el kikuyo para evitar el consumo de agua durante estos meses.
También está una opción que ya se puede ver en varios sectores públicos y privados: el “xeripaisajismo”.
REDUCIR EL ÁREA DE CÉSPED SÓLO A AQUEL SECTOR QUE SE EMPLEARÁ CON FINES LÚDICOS O SOCIALES ES UNA ALTERNATIVA RECOMENDADA
Hablar de un jardín con estas características no significa decir que estará como un desierto ni mucho menos. Hay una enorme variedad de plantas con muy poca demanda de agua y cuyos orígenes variados nos posibilitan emplear especies de distintas latitudes de América y África, por citar algunas zonas.
CONTRARIO A LO QUE MUCHOS PUEDAN PENSAR, LA VARIEDAD DE XERÓFILAS ES INFINITA AL IGUAL QUE LAS COMBINACIONES POSIBLES DE COLORES Y TEXTURAS. SOLO ESTÁ EN NOSOTROS EN ANIMARNOS A MÁS
Las que siguen, son algunas de las opciones para crear un espacio exterior bello, llamativo y “austero” cuando de líquido se habla.
Árboles: Espinillo (Acacia caven), Olivo de arabia (Eleagnus angustifolia), Rhus (Rhus glabra), Eucaliptus (Eucalypthus microteca), etc.
Arbustos: Helecho espárrago cola de zorro (Asparagus densiflorus “Myers”), Dodonea (Dodonea viscosa), Tala Blanco (Duranta erecta), salvia de Jerusalén (Phlomis fruticosa), etc.
Enredaderas: Jazmín de arabia (Jasminum sambac), rosa bansiana (Rosa banksiae), etc.
Podemos incorporar un sinnúmero de plantas con forma de gramíneas (graminiformes) como los formios, carex, lirios, etc. También gramíneas como cortaderas, Penisetum, festucas, eragrostis, etc.
Herbáceas: las más conocidas son las gazanias, gauras, coreopsis, etc.
Como no pueden faltar, es posible sumar también plantas crasas como los sedum y su gran cantidad de especies. Incluso algunas cactáceas.
Contrario a lo que muchos puedan pensar, la variedad en este rubro es infinita al igual que las combinaciones posibles de colores y texturas. Solo está en nosotros en animarnos a más.
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