Tener una casa segura a prueba de niños es muy sencillo si seguís estos prácticos consejos.
Tener una casa segura para los niños es tan importante como tener una vivienda cómoda y práctica. Lo que ocurre es que a veces no nos damos cuenta de lo importante que es la seguridad hasta que hay algún percance en casa: un mueble que se vence, unos enchufes a la vista o unos cajones que se abren con facilidad… ¿te suenan todos estos peligros? Podés combatirlos con estos prácticos consejos para tener una casa segura a prueba de niños.
FIJAR LOS ARMARIOS Y MUEBLES A LA PARED
Cuando los muebles o los armarios son grandes conviene anclarlos a la pared para evitar cualquier tipo de accidente, ya que si los muebles o estanterías se vienen abajo pueden causar algún daño en los pequeños. Si los muebles son de obra, no hay problema. Pero, si no lo son, conseguí el material necesario para sujetarlos bien a la pared. Tampoco es recomendable llenar los muebles de adornos ni de peso para evitar que se caigan encima de los niños.
PASILLOS SIN ESQUINAS
Es fundamental que los niños tengan un espacio para jugar y a veces ese espacio es un pasillo o un corredor. Perfecto. Lo único que tenés que tener en cuenta es evitar esquinas o elementos decorativos que sobresalgan y puedan tropezarse con los pequeños. Si además tenés unas puertas que dan a la terraza, tratá de que estas tengan la perfilería lo más sencilla posible y que esté a ras del suelo, básicamente para que los niños no se tropiecen.
Cualquier precaución es poca si se trata de la seguridad de los niños. Asegurate de que no hay ningún tipo de mueble, cajón o escalerita bajo la ventana del dormitorio de tus hijos, de tal forma que puedan acceder de forma involuntaria a la ventana. Así, evitarás cualquier tentación de que se asomen a la ventana o de que tengan cualquier tipo de accidente. A la hora de elegir las ventanas, es preferible que optés por el modelo que permite la abertura tradicional y oscilo-batiente. Así, doblarás la seguridad.
OCULTAR LOS ENCHUFES
Los enchufes siempre son una tentación para los más pequeños de la casa porque, cuando comienzan a gatear y a explorar todo, suelen ser una atracción para sus manitos. Para evitar cualquier riesgo, ocultalos detrás de los muebles, detrás de un rincón de lectura… y procura que siempre estén empotrados y no sueltos en una zapatilla. Además, también es recomendable que recojas los cables para que no se enreden y tu pequeño no sufra ningún percance.
MUEBLES CON ESQUINAS REDONDEADAS
Las esquinas de los muebles siempre son un dolor de cabeza para los padres y siempre hay que tratar de proteger a los niños de esas esquinas puntiagudas, especialmente en la fase en la que los niños están empezando a gatear o caminar y tienen poca estabilidad. Pero si ha llegado el momento de amueblar la habitación de tu pequeño, más fácil: optá por muebles con esquinas redondeadas y así evitarás el peligro directo.
BLOQUEAR CAJONES Y MUEBLES
Lo ideal es que adaptemos los muebles a los niños, pero a veces el presupuesto no lo permite y hay que elegir algunos ambientes de la casa mejor acondicionados para los chicos frente a otras. En este caso, optá por bloquear aquellos cajones a los que tus hijos acceden y cuyo contenido no deben tocar. Existen sistemas de cierre que impiden que los cajones se abran con facilidad, aunque lo mejor es que el contenido “peligroso” nunca esté a su alcance.
VALLA DE SEGURIDAD
Instalar una valla de seguridad que separe zonas que puedan ser peligrosas para los niños siempre es una opción muy recomendable cuando se tiene balcón, jardín, o una casa de varias plantas. Con este tipo de instalación, mantendrás a tu pequeño alejado de esas escaleras que tanto miedo te dan. Cuando tu hijo aprenda a andar con seguridad, podrás quitarla sin problemas.